Los bancos centrales no infunden temor a mercados

Los bancos centrales no infunden temor a mercados

Toru Fujioka y Simon Kennedy

Los bancos centrales reciben retornos decrecientes de su utilización de políticas de dinero fácil, siete años después de defender la flexibilización cuantitativa para salvar al mundo de la depresión.

La nueva realidad se hace evidente en todos los mercados financieros mundiales: el Índice Standard Poor’s 500 el lunes cayó al nivel más bajo en 22 meses en tanto las acciones de los bancos se debilitaron más que nunca desde 2013.

El índice accionario de referencia de Japón el martes descendió a niveles que no se veían desde 2014 y el rendimiento de los bonos del país a diez años cayó por debajo de cero por primera vez.

Las acciones también están cayendo en Europa, donde el aumento del rendimiento de los bonos de Portugal y el descenso de los bancos griegos evocan el recuerdo de la crisis de deuda de la región.

Todo esto pese al sorpresivo cambio del Banco de Japón a tasas de interés negativas, la señal del Banco Central Europeo de que dará más estímulo el mes que viene y las versiones de que la Reserva Federal de los EE.UU. frenará su campaña para elevar las tasas de interés. Pone de relieve la falta de potencia de las políticas el hecho de que el yen y el euro estén teniendo alzas pese la flexibilización de las políticas.

“Los mercados se preguntan: ‘Hemos tenido estos experimentos de políticas monetarias no convencionales durante los últimos seis o siete años y no han provocado un aumento sostenible del crecimiento mundial. ¿Qué lograrán entonces las últimas medidas?’” dijo Shane Oliver, responsable de estrategia de inversión de AMP Capital Investors Ltd. de Sydney.

“Es una pregunta razonable dados los acontecimientos de las últimas semanas”, dijo.

Los cambios podrían fortalecer el argumento de los detractores del enfoque de “todo lo que haga falta” de los bancos centrales para fomentar las expectativas de inflación, la vocación por el riesgo y, en última instancia, el crecimiento económico.

“Al principio de todo, no hay ninguna duda de que lo que hicieron los bancos centrales fue totalmente apropiado para tratar de que los mercados volvieran a operar”, declaró William White, asesor de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en una entrevista en Bloomberg Television.

“Recientemente, el objetivo de esa política cambió por completo. Es tratar de estimular la demanda agregada. Honestamente, creo que no es capaz de hacerlo de manera sostenible”.

Por cierto, las principales economías no están en la situación en que se hallaban en 2008, cuando la Fed recurrió a las compras de activos para tratar de descongelar los mercados de crédito. El crecimiento del empleo en los EE.UU., Alemania y Japón indica que, si bien la expansión está por debajo de su promedio de largo plazo, podría resultar duradera.

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Petróleo

El petróleo barato podría fomentar el gasto de las empresas y los consumidores, y la política fiscal está pasando a ser una de estímulo en algunas economías. “El período de operaciones de ‘shock y temor reverencial’ de los bancos centrales probablemente haya quedado atrás”, escribió Stephen Jen, cofundador de SLJ Macro Partners LLP en Londres y ex economista del Fondo Monetario Internacional.“Este será el año en que la ‘gravedad’ se impondrá a las políticas de los bancos centrales”, explicó.

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