Los bancos centrales y su influencia en el desarrollo económico

Los bancos centrales y su influencia en el desarrollo económico

El principal objetivo de la política monetaria contemporánea es lograr la estabilidad de precios y a la vez se considera la vía más expedita en que los bancos centrales del mundo contribuyen al crecimiento económico sostenido. Esto se consigue por medio del cumplimiento de las metas de inflación (inflation target). En las últimas décadas se ha redescubierto el valor de mantener niveles bajos de inflación, por lo que las autoridades monetarias mantienen este enfoque de procurar que los precios permanezcan en niveles estables.

Los economistas han documentado con detalles los altos costos económicos y sociales de una inflación descontrolada, de forma tal que la misma equivale a un impuesto no legislado y genera ineficiencias en la asignación de recursos. En este mismo orden, la estabilidad de precios es un prerrequisito para estimular el crecimiento económico. Al evitar las distorsiones generadas por la inflación, se facilita la creación de empleos y los proyectos de inversión. Por tal motivo, los bancos centrales, por medio del cumplimiento de las metas de inflación, preserva el bienestar y favorece el desarrollo.

Por otra parte, se discuten y se tienen otros objetivos de políticas económica importantes para el bienestar económico de la nación, como son: alto nivel de empleo, crecimiento económico, eficiente distribución del ingreso y la estabilidad de los mercados financieros y cambiarios que se interrelaciona con la de precios.

La mayoría de los economistas consideran que a largo plazo, no existe inconsistencia entre la meta de estabilidad de precios y los otros objetivos mencionados anteriormente. No obstante, en el corto plazo, frecuentemente entran en conflicto la meta de mantener el desempleo en niveles bajos y la estabilidad de la tasa de interés, por lo que los bancos centrales trabajan arduamente para resolver este conflicto entre los diferentes objetivos de sus políticas.

Los bancos centrales están llamados a conducir la política monetaria de una manera prudente, lo cual es vital para el desarrollo económico. Una política monetaria expansiva, conduce a generar un proceso inflacionario, que resta eficiencia a la economía y por lo tanto frena el crecimiento económico, en tanto que una contractiva produce recesión y conlleva a un aumento del desempleo.

En la República Dominicana, el desarrollo económico está consignado bajo la Ley Monetaria y Financiera No. 183-02, la cual presenta como objetivo de la regulación del sistema monetario mantener la estabilidad de precios, bajo el entendido de que la misma proporciona la base indispensable para el desarrollo económico nacional.

En ese orden, las medidas de orientación selectiva del crédito a actividades económicas específicas por medio de la liberalización de recursos del encaje legal, apuntan hacia el objetivo de promover el desarrollo económico, favoreciendo a miles de productores nacionales y contribuyendo a mejorar las condiciones de liquidez de la banca. Además, de facilitar las transacciones monetarias y crediticias, con lo cual se promovería un mayor dinamismo de la actividad económica. Este tipo de medidas muestran una nueva manera de promover sectores prioritarios mediante el uso de mecanismos conjuntos tanto fiscales como crediticios, y transforman de manera considerable los procesos económicos de la nación.

El compromiso de los bancos centrales en la aplicación de la política monetaria no puede estar divorciado de las repercusiones en el resto de la economía, por esta razón las autoridades monetarias crean condiciones y estímulos financieros que crean convenientes para lograr una tasa óptima de crecimiento de la economía. La incompatibilidad de los objetivos bajo circunstancias especiales debe ser resuelta según los criterios que prevalezcan en el plan general, es decir que hay una dependencia de las políticas de desarrollo y del estilo del gobierno

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