A ritmo de merengue, de la declamación de sus reconocidos chuines, como llaman a sus coplas y del olor del chivo, delicioso, caliente y acompañado de chenchén y de moro de guandules, los banilejos que están fuera de su territorio celebraron por séptimo año su convite.
Convocados por la Alianza Banileja, que organizó la actividad, los hijos del municipio de Baní, provincia Peravia, se congregaron en la parte oeste del Parque Mirador Sur, para compartir un día en familia, con música, comida y otras costumbres propias del terruño que los vio nacer.
La mayor muestra fue de dulces; las tiendas exhibían algunas de las 32 variedades que se fabrican en la zona.
Fabio Rafael Herrera Miniño, banilejo por los cuatro costados y presidente de la Alianza, filial Santo Domingo, recordó que en el 2003 iniciaron la actividad como una necesidad de los banilejos de diáspora, para reunirse una vez al año en la capital del país. Llegó una representación de los compueblanos radicados en Boston.
Marcó la primera actividad el deseo de confraternizar, revivir familia y amistades separadas por el tiempo; reencontrarse con los compañeros de escuela, que ahora son profesionales. Así, se juntaron en febrero del año 2003, pero decidieron que las siguientes fechas serían en noviembre de cada año, por coincidir con las fiestas patronales de Baní, dedicadas a la Virgen de Regla. En el 2007 se suspendió, debido a las inundaciones ocasionadas por la tormenta Noel.
Empresas e instituciones patrocinaron el convite. Desde el mediodía la gente almorzaba.