¿A quién no le gustaría tener su propio gimnasio en casa? De seguro, la mayoría quisiera, claro, siempre que tenga la cultura y disposición para ejercitarse diariamente.

¿Por qué tener un gimnasio en casa? Pues por diversas razones, las cuales van desde la más sencilla: la comodidad de su hogar, hasta algo súper valorado para la salud física y mental, la privacidad, así como la seguridad e higiene.

Además de todo lo dicho anteriormente, contar con un gimnasio en casa evitaría las excusas del traslado, falta de deseo de salir y horarios, ya que nos permite ejercitarnos a la hora y de la manera que queramos sin ningún tipo de ataduras.

Otra de las ventajas de contar con un espacio con todas las herramientas para ejercitarse en el hogar es que podríamos aprovechar una mayor cantidad de tiempo para esos fines, utilizando los momentos de ocio en los que no tengamos otras actividades, es decir, podríamos tomarlo como una escapada para el “fitness”.

Asimismo, tener nuestro propio gimnasio nos libera de tener que realizar actividad física necesariamente por una hora, cuarenta y cinco minutos o media hora en un tiempo determinado; podríamos adecuar nuestra rutina de una hora o varias horas en varias sesiones al día, según nos convenga. Incluso podríamos hacer ejercicios mientras preparamos el desayuno o la cena, etc. Sin dudas, es una gran ventaja.

De acuerdo a su presupuesto. Para habilitar un espacio de su hogar destinado para un gimnasio, no significa que tengas que contar con un abultado presupuesto, ni tampoco solicitar un préstamo, simplemente necesita tener -como dije al principio- la disposición, ya que de todos los equipos para lograrlo, el que saldría más costoso sería una máquina caminadora, todo lo demás lo puedes conseguir a bajo costo.
¿Qué necesitas? La máquina caminadora es importante, pero si no la tiene, unas mancuernas o pesas, una cuerda de saltar, un balón, una alfombra… con eso es suficiente, ¡¡¡anímate!!!