Los bomberos intentan apagar gigantesco incendio cerca de Londres

Los bomberos intentan apagar gigantesco incendio cerca de Londres

HEMEL HEMPSTEAD, GB, Dic 12 (AFP) – Los bomberos intentan el lunes apagar el gigantesco incendio en un depósito de combustible cerca de Londres, descrito por las autoridades como el más importante en Gran Bretaña, y en toda Europa, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

   Este lunes de madrugada, las autoridades dieron la luz verde a los bomberos para que intentan sofocar las llamas cubriendo con una enorme cantidad de espuma el impresionante incendio desatado el domingo de madrugada, que dejó 43 heridos.

   Los bomberos se habían limitado hasta ahora a intentar evitar que se propagase el fuego declarado el domingo de madrugada, tras una serie de explosiones, al parecer accidentales, en el centro de combustible de Buncefield, cerca de Hemel Hempstead, a 40 km al norte de la capital británica.

   Roy Wilsher, el jefe de bomberos del condado de Hertfordshire, al norte de la capital británica, afirmó sin embargo que no hay ninguna garantía de que esta batalla para sofocar el inmenso incendio tendrá éxito.

   «Hemos trabajado con incendios de este tipo, más pequeño, y sabemos en teoría lo que estamos haciendo, pero nunca hemos intentado sofocar un incendio de esta magnitud», explicó.

   «Este es el mayor incendio de este tipo en Gran Bretaña y en Europa», afirmó Wilsher, que lo describió como «apocalíptico».

   El incendio en el centro de combustible – que es propiedad de los gigantes petroleros Texaco y Total, pero que se encuentra en un complejo industrial en el que también operan BP, Shell y la British Pipeline Agency – obligó a evacuar a unas 2.000 personas que viven cerca del sitio del siniestro.

   Unas 150.000 toneladas de diversos carburantes y derivados petroleros están almacenadas en las instalaciones de Buncefield.

   Unos 250.000 litros de espuma concentrada fueron llevados el domingo al lugar del siniestro. El producto está siendo mezclado con agua bombeada de un canal situado a unos 3 km de distancia para producir la espuma que está siendo vertido sobre las llamas.

   El fuego causó una densa humareda negra, que se extendió sobre Londres y una gran parte del sur de Inglaterra.

   La operación para sofocar las llamas, lanzada este lunes de mañana, durará unas cuatro horas.

   Debía haber comenzado a medianoche, pero postergada debido a la preocupación sobre sus consecuencias en el medio ambiente y por temor a la falta de suministro de agua.

   Wilsher indicó que 32.000 litros de agua por minuto estaban siendo usados, con espuma, para intentar apagar las llamas.

   Señaló que se sabrá sólo dentro de unas horas si el plan está teniendo efecto, o no. «Es difícil decir cuánto tiempo nos tomará apagar el fuego», dijo.

   «No sabemos cómo las corrientes termales van a afectar la espuma, quizá sólo la van a evaporar», señaló la fuente, indicando que las «condiciones este lunes de mañana son peores que las de ayer, debido al viento, lo que dificulta la tarea para los bomberos».

   Los expertos aseguran que aunque el humo es irritante y puede causar escozor en los ojos y en algunos casos náuseas, es de baja toxicidad.

   Pero la policía recomendó a los residentes de la zona que se queden en sus sus casas, con las ventanas y las puertas cerradas.

   «La gente debe usar su sentido común», afirmó la doctora Jane Halpin, directora del departamento de salud pública de la zona, que indicó que personas con problemas respiratorios son las más vulnerables, ya que pueden sufrir ataques de asma.

   El centro de Buncefield suministra combustible a los principales aeropuertos de Londres – Luton, a una quincena de kilómetros, y a Heathrow, un poco más lejano-, que ya advirtieron de que disponen de otras posibilidades para los aviones que despegan de sus pistas.

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