Los bonos soberanos

Los bonos soberanos

En cualquier nación del mundo la política de endeudamiento externo debe ser manejada con sumo cuidado y prudencia pues si bien es cierto que los préstamos son parte importante de una política efectiva para garantizar nuevas inversiones, si los mismos son manejados de manera irracional e incorrecta pueden revertirse en una onerosa carga para el presente y futuro de dicha nación que traba su desarrollo y crecimiento.

Eso es precisamente lo que ha ocurrido en nuestro país con la alocada e irresponsable carrera de endeudamiento externo que ha llevado el actual gobierno perredeísta. El Presidente Mejía recibió en el año 2000 una deuda externa de 3,600 millones de dólares, los cuales calculados a la tasa de entonces que era 16 pesos por un dólar, significaba unos 57,600 millones de pesos. Hoy día, en tan sólo tres años y medio de gobierno del PRD, el volumen de la deuda externa dominicana alcanza los 8 mil millones de dólares, es decir, unos 440 mil millones de pesos dominicanos, casi 8 veces más, si lo calculamos a una tasa promedio de 55 pesos por un dólar.

Y es que históricamente, los gobiernos del PRD sólo saben tomar dinero prestado y gastar de manera irracional sin desarrollar nada en el país. Todo el mundo recuerda los famosos 185 millones de dólares tomados en el gobierno de Antonio Guzmán, los cuales después de 25 años los hemos pagado varias veces en intereses y todavía debemos. Del gobierno de Jorge Blanco, todos recordamos el funesto acuerdo con el FMI que nos llevó a incrementar de manera significativa la deuda externa y provocó la masacre de abril de 1984.

El actual gobierno perredeísta de Hipólito Mejía ha continuado de manera exacta la tradición de se partido de tomar mucho dinero prestado y gastarlo de manera irracional, afectando de manera sensible las cuentas nacionales. El ejemplo más claro de la forma irresponsable del manejo de la deuda externa son los famosos Bonos Soberanos.

Si analizamos en detalle la operación de los Bonos Soberanos luego de haber realizado el primer pago de los intereses de los mismos, nos daremos cuenta de por qué se puede afirmar que es un verdadero crimen económico. Los 1,100 millones de dólares de los Bonos fueron tomados a una tasa de 2 pesos por un dólar, lo que significa que se tomaron 22 mil millones de pesos dominicanos prestados, cuyos intereses se pagarían a un 9% anual durante 10 años.

Lo anterior significa que durante una década estaremos pagando 99 millones de dólares de intereses anuales, es decir, unos 990 millones de intereses sin apartar nada al capital. Si la tasa del dólar promedio en esos diez años, siendo muy conservado en el cálculo, se mantuviera en un nivel promedio 5 por 1, estaríamos pagando anualmente 4,950 millones de pesos y al cabo de los diez años habríamos pagado, sólo de intereses, unos 50,000 millones de pesos y todavía estarían intactos los 1,100 millones de dólares tomados prestados.

Eso significa que si la tasa se mantuviese a 50 por 1, en diez años habremos pagado de intereses 50,000 millones de pesos por los 22,000 millones de pesos tomados como Bonos Soberanos en el 2001. Y en ese momento debemos completo los 1,100 millones de dólares, que a la tasa de 50 por 1, serían unos 55 mil millones de pesos.

En síntesis, este negocio de los Bonos Soberanos nos lleva a que con nuestros impuestos se paguen durante diez años la friolera de 105 mil millones de pesos por 22 mil millones que tomó prestado el gobierno de Hipólito Mejía. Un verdadero crimen económico que las actuales autoridades deberán explicar ante la historia.

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