Los bonos soberanos
Una alternativa que compromete el futuro

<STRONG>Los bonos soberanos<BR></STRONG>Una alternativa que compromete el futuro

El anuncio de que el Gobierno acudirá a los mercados de capitales con una emisión de bonos soberanos de mil millones de dólares ha motivado reacciones diversas entre especialistas, funcionarios y políticos, la mayoría de los cuales cuestiona la oportunidad de la decisión.

En lo que están todos de acuerdo es en la necesidad que tiene el Gobierno de buscar recursos para enfrentar el serio déficit presupuestario, que le tiene atado de pies y manos y le dificulta ejecutar la Ley de Gastos Públicos.

Economistas como Andrés Dauhajre hijo, Bernardo Vega, Carlos Despradel y Eduardo Tejera consideran que lo más apropiado es que el Gobierno acuda al Fondo Monetario Internacional, y, sobre la base de un acuerdo “stand by” precautorio, obtenga entre 600 y 800 millones de dólares para estabilizar la balanza de pagos.

En esta misma línea se inscriben el gobernador del Banco Central, quien expuso abiertamente su criterio de que el Gobierno debe negociar un “stand by” con el FMI, y el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás.

Sin embargo, el secretario de Hacienda, Vicente Bengoa, sostiene que el país no necesita ir al FMI, que está en buena posición para obtener recursos no muy caros en el mercado internacional, y se muestra optimista sobre una posible mejoría en la segunda mitad del año.

Ahora o después

El secretario Hacienda informó que asesores del Citibank recomendaron al Gobierno acudir en este momento al mercado de capitales, ya que el “spread” de los bonos dominicanos (tasa de interés que se pagaría por los bonos) está bien cotizado, y actualmente hay mucha demanda de este tipo de instrumento financiero. Sin embargo, algunos economistas consultados sostienen que el actual no es el mejor momento para acudir a buscar recursos mediante la emisión de bonos, porque el riesgo país no es el mejor y el “spread”  sería muy alto.

 Algunos informes señalan que el “spread” o EMBI, la diferencia entre  tasa que pagan los bonos del tesoro y la que pagan los de cualquier otro país, en el caso dominicano está actualmente en unos 790 puntos básicos, lo que supondría que los bonos se colocarían por encima del 10%.

Sin embargo, el informe sobre la deuda pública externa a finales de marzo, publicado por la propia secretaría de Hacienda, indica que para esa fecha la clasificación de riesgo país era B, tanto para Standard an Poor, como para Fitch.

Para entonces el margen EMBI de los bonos dominicanos estaba en 1,118, casi el doble del promedio de la región, que era de 695, pero que se movía desde el promedio de Chile, que con calificación AA, tenía un “spread” de 286, y Ecuador, que con una calificación de riesgo de SD y CCC, tenía su EMBI en 3,568 puntos básicos.

Apagón al crédito

Los bonos dominicanos tuvieron su mejor posición en 2006 y 2007, cuando llegaron a competir con los  de Chile, México y Colombia y el “spread” llegó a menos de 300 puntos básicos.

Sin embargo, en septiembre el Gobierno comenzó a  dejar de pagar a las empresas generadoras de electricidad, las que a su vez dejaron de honrar el pago de los intereses de los bonos que tienen colocados en el mercado internacional, y esto provocó la desconfianza del mercado en los instrumentos dominicanos, lo que llegó a disparar los márgenes EMBI de la deuda soberana hasta a 1,800 puntos básicos, obligando a las autoridades a esforzarse ante los organismos internacionales para mejorar la situación.

LA CIFRA

10.5% de Interés  sería la tasa mínima a que el gobierno colocaría los mil millones que planea vender en el mercado de capitales. Sin embargo, algunos entienden que esta tasa sería muy inferior si antes el gobierno negocia, o anuncia que negociará un acuerdo stand by con el FMI.

El protagonista

Leonel Fernández

Presidente de la República

Se niega a acudir al Fondo Monetario Internacional a buscar los recursos que necesita el gobierno para cubrir el déficit fiscal que se ha generado por la caída de los ingresos fiscales, fruto de la desaceleración de la economía. El presidente Fernández prefiere acudir al mercado de capitales. Para ello propondrá al Congreso Nacional la aprobación de una emisión de 1000 millones, de los cuales utilizaría en una primera fase la mitad, dejando los restante 500 como un fondo de garantías. Algunos sectores vinculan su actitud reacia a volver al FMI con la campaña electoral. Incluso congresistas opositores han anunciado que votarán en contra del proyecto.

De Hartmont a Fernández

Cuando en 2001 el Gobierno perredeísta,   de Hipólito Mejía, asesorado por el economista Andrés Dauhajre hijo, decidió acudir a los mercados de capitales, con una emisión de bonos soberanos por 500 millones de dólares, abrió una fuente de endeudamiento externo que el país mantuvo cerrada por varias décadas.

La sola mención de este instrumentos traía malos recuerdos a los dominicanos más conocedores de la historia económica y política de la República.

Y es que el estreno de la República Dominicana en el campo del endeudamiento externo se produjo con los  famosos bonos Harmont, considerados la mayor estafa sufrida por el país y que en su momento causó escándalo y revuelo a nivel mundial, y que fue el toque de salida que culminó con la primera invasión de los Estados Unidos en 1916.

Ocurrió durante el Gobierno de Buenaventura Báez, en 1865, cuando a instancias del Gobierno, el aventurero inglés Edward Hartmont negoció para el país un préstamo por 440 mil libras esterlinas, y el Gobierno se comprometió a pagar por ellas 1,472,500 libras esterlinas, y con prácticamente todo el país y sus riquezas, en garantía.

Las emisiones de bonos se sucedieron durante el primer siglo de de la República, hasta que en 1947  Trujillo canceló toda la deuda externa del país.

El presidente Joaquín Balaguer se mostró reacio al endeudamiento externo durante su Gobierno de 12 años, y cuando acudía a él, era a través de los organismos multilaterales  o gobiernos amigos.

En septiembre de 2001 , el equipo encabezado por Dauhajre, logró colocar los 500 millones, amparado po r la Ley 128-01. que autorizó la emisión y especializó los fondos para obras en todas las provincias del país, que nunca fueron levantadas.

En el 2003 el mismo equipo hizo una segunda emisión de 600 millones de dólares, para básicamente para pagar deudas.

En  2005, el Gobierno del presidente Fernández logró autorización del Congreso para realizar una emisión de bonos soberanos para sustituir las dos emisiones del Gobierno de Mejía. Con este cambio se buscaban mejores condiciones en cuanto a intereses y plazo de vencimiento. Fueron colocados a 9.04 por ciento y con plazo hasta 2018.

En el 2006 se hizo una nueva emisión de 300 millones de dólares para pagar parte de la deuda contraída con Unión Fenosa por la compra de Edesur y Edenorte.

Cara o Cruz

Vicente Bengoa Albizu, secretario de Hacienda

Para manejar bien la economía del país, el Gobierno no necesita firmar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”.

Héctor Valdez Albizu, gobernador del Banco Central

Yo soy partidario de ir al Fondo Monetario Internacional, y para ser claros, para mí lo ideal es un acuerdo stand by”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas