Los bonos y el FMI

Los bonos y el FMI

Cuando firme el Stand by con el FMI para apoyo presupuestario, el gobierno tendría acceso a un financiamiento que rondaría los RD$26 mil millones, pero la brecha proyectada a diciembre del 2009 estaría entre RD$55 y RD$60 mil millones, incluidos  los RD$16 mil millones de la capitalización del Banco Central.

El faltante, alrededor de RD$34 mil millones, el gobierno pretende cubrirlo con una emisión de bonos. Para que el FMI lo autorice, se le tendría que hablar en chino, porque este organismo internacional tiene a manos unos indicadores que hablan de sobreendeudamiento. De aprobarlo, lo condicionaría a que el gobierno se comprometa con la cuarta reforma tributaria.

Es que para los años 2005, 2008 y 2009, la relación deuda total del sector público (US$12,212 millones, US$16,267 millones y el estimado de US$19 mil millones, respectivamente)/ingresos tributarios (RD$148,450.1, RD$248,887.7 y un estimado de RD$250,000.0 millones, respectivamente), arroja un índice de 247,266 y 313, respectivamente.

La interpretación del FMI. En 2005 República Dominicana tenía una aceptable sostenibilidad de la deuda, en 2008 ingresamos a la lista de los sobre-endeudados y, como van las cosas, al final del 2009 estaríamos entre los países altamente endeudados. Para confirmar lo anterior le presentaría el deterioro de la relación deuda pública total/exportaciones de bienes y servicios, que de 119 por ciento en 2004 pasó a 143 por ciento en 2008 y se estima en 166 por ciento en 2009. Le diría al gobierno que sin una reforma impositiva que eleve la recaudación en RD$20 mil millones, no hay manera de pagar los bonos.

Para sostener la conclusión, el FMI agregaría que en este momento los bonos son volátiles, su colocación depende de la situación de los mercados internacionales y de los índices de República Dominicana relativos a la sostenibilidad de la deuda, que ya vimos presentan deterioro.

En cuanto a lo primero, los desequilibrios en el presupuesto y en el sector externo de los Estados Unidos de manera particular, tarde o temprano conducirán a una devaluación importante del dólar, a un aumento de los intereses y de los diferenciales que República Dominicana tendría que pagar por el riesgo-país.

Que con los ingresos tributarios actualizados y la deuda pública total, incluido un aumento por los bonos, no hay manera de que en un análisis de sensibilidad el país pueda demostrar que está en condiciones de cubrir los riesgos de la devaluación del dólar y el aumento de pago por elevación de intereses.

El FMI no lo diría, pero la realidad es que existe otro problema interno para la emisión de bonos. Como la percepción de los dominicanos es que una buena parte de la deuda pública total es odiosa, el resultado de actividades corruptas, hasta que  se realice una auditoria de la misma, para separarla de la legítima, es difícil que los empresarios y la sociedad civil estén de acuerdo con una emisión de bonos soberanos, sin especificar dónde se invertirán los recursos.

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