Los Bravos parecen un hospital

Los Bravos parecen un hospital

ATLANTA (AP).- Muchos pronosticaron el derrumbe de los Bravos, pero nadie pudo haber adivinado la seguidilla de lesiones que le han hecho imposible a Atlanta tener un equipo regular todos los días.

El piloto Bobby Cox se ha cansado de retocar la alineación, apelando a emergentes como Jesse García y Dewayne Wise, peloteros que a duras penas luchaban por ganarse un puesto en la nómina de pretemporada.

«Todos tratan de dar el mejor esfuerzo, se lucha hasta el último out», dijo el pitcher Mike Hampton. «Pero no es suficiente con la clase de rivales que nos toca enfrentar».

Los primeros hombres en el orden al bate -Rafael Furcal, Marcus Giles, Chipper Jones y J.D. Drew- no han podido jugar juntos desde la primera semana de la temporada.

«No conozco un equipo que pueda compensar la pérdida de sus cuatro principales bateadores», comentó el guardabosques Jones.

No por nada, los Bravos están tropezando en su intento de ganar su 13er título de división consecutivo. Al comenzar la semana, la marca de Atlanta era de 17-19, penúltimos en el Este de la Liga Nacional.

El golpe más duro ocurrió el fin de semana en el que el camarero Giles, que estuvo en el Juego de Estrellas del año pasado, se fracturó la clavícula al chocar con su compañero Andruw Jones. Será baja entre seis y ochos semanas.

Esa ha sido la tónica de los Bravos todo el año.

Furcal no ha podido ser el titular en el campo corto desde el 1 de mayo, cuando se lastimó un dedo de la mano al deslizarse de cabeza.

El dominicano puede batear y correr, pero todavía no está en capacidad de fildear, ya que le es difícil dominar la pelota lo suficiente para tirarla.

Chipper Jones fue colocado en la lista de lesionados por primera vez desde 1996 a raíz de una dolencia muscular. También se perdió cinco juegos por un dolor en la pantorrilla y tres más por un malestar en el cuello.

El cubano Elí Marrero es un polifacético jugador que puede cubrir muchas posiciones, pero se la ha pasado en la lista de lesionados la mayor parte de la temporada por una dolencia abdominal. Para colmo de males, también padece de una infección respiratoria que le hizo perder 15 libras.

Así las cosas, Atlanta es una novena con una ofensiva raquítica, lo que se evidenció el domingo, cuando Ben Sheets de los Cerveceros se dio el gusto de recetar 18 ponches en su contra.

Los Bravos figuran novenos en la Nacional en carreras (4,7 por juego), duodécimos en bateo (256) y 13ros en jonrones (32). Es un cambio radical con respecto al año pasado, cuando lideraban el Viejo Circuito en todas esas categorías.

El declive fue inevitable tras la partida de Gary Sheffield, Javier López, Vinicio Castilla y Robert Fick. Salvo el receptor Johnny Estrada, todos los sustitutos no han dado la talla.

El inicialista Adam LaRoche apenas lleva conectados dos jonrones y 12 producidas y Mark DeRosa ha desilusionado en la antesala con un promedio de 206.

Las lesiones no son el único problema. Atlanta ya no tiene el temido cuerpo de lanzadores de otrora. Los abridores compilan marca de 8-17, con Hampton si haber un solo partido tras siete salidas.

Pero los Bravos no han perdido de vista la punta en su división, donde los Marlins de la Florida tienen el peor registro para un líder en las mayores.

«Estamos en carrera», dijo Estrada. «Eso es lo único positivo para nosotros».

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