LOS BUENOS DIAS
Ahora que se van…

LOS BUENOS DIAS <BR>Ahora que se van…

RAFAEL MOLINA MORILLO
Ahora que se van del Congreso, dentro de un año, los señores legisladores, o la mayoría de ellos, para dar paso a los nuevos diputados y senadores que habrán de ser electos en los próximos comicios, ¿por qué no le dejan a este pueblo un regalo que no les costará nada y en cambio les ganará la eterna gratitud de la nación y hasta el olvido generoso de sus pecados?

Ese regalo consistiría en despojarse voluntariamente de la facultad que la Constitución de la República les concede con carácter de exclusividad para introducir cambios en la Carta Magna. Después de todo, si ya van a perder la condición de senadores y diputados, ¿para qué dejarles en herencia ese extraordinario poder a quienes vendrán a sustituírlos en sus curules?

Lo único que tendrían que hacer los amigos legisladores sería reformar tres artículos: el 116, el 117 y el 118, para que dispongan la creación de la Asamblea Constituyente, integrada, no por politicos en busca de prebendas y beneficios coyunturales, sino por personas reconocidas por su honorabilidad y expertos en Derecho Constitucional (que los hay), elegidos expresa y únicamente para perfeccionar la Constitución sin matices de ningún color partidista.

Una vez escogidos los miembros que integrarían la Asamblea Constituyente, ésta se abocaría a estudiar serena y desapasionadamente los cambios a que habrá que someter a nuestra Ley de Leyes. Sin intereses políticos de por medio.

He ahí, pues, una magnífica oportunidad para que los legisladores se luzcan y ganen el aprecio de todos. Ojalá la aprecien y la ejecuten de buena fe.

r.molina@verizon.net.do

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