Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
En medio de la escalofriante ola de crímenes, atracos y tiroteos que alarman a la sociedad, se anuncia con bombos y platillos la firma de un acuerdo entre la Secretaría de lo Interior y el Banco de Reservas para facilitar la obtención de las licencias para portar armas de fuego.
¿Verdad que no se entiende?
En vez de hacer más fácil el pago y la renovación de licencias de porte y tenencia de armamentos, lo que debería hacer el Gobierno es recoger todas las armas que hay en el país y practicar un completo y absoluto desarme de la población civil, con castigos severos para aquellos que permanezcan ilegalmente con artefactos mortíferos.
¿O es que la recaudación de unos cuantos pesos es más importante que la seguridad ciudadana?
La propia Policía Nacional confronta dificultades para hacer frente a las bandas armadas que azotan barrios y ciudades; las balas perdidas están a la orden del día lastimando a niños y ancianos aún dentro de sus casas; las balaceras entre políticos se repiten con frecuencia¼ y todavía así, las propias autoridades buscan la manera de facilitar la legalización de las armas!
Que se deje sin efecto el acuerdo entre Interior y Banreservas! Y que, por el contrario, se desarme a toda la población civil. Esa debería ser la consigna.
