LOS BUENOS DIAS
Cárceles y proyectos

LOS BUENOS DIAS <BR>Cárceles y proyectos

RAFAEL MOLINA MORILLO
Hay personas que hacen que uno se sienta orgulloso de ser su amigo. En mi caso, una de ellas es Claudio, un chileno que, además de ser un brillante profesor universitario en Washington y asesor de la Organización de Estados Americanos en materia de derechos humanos, reúne excelentes condiciones humanas.

Hablábamos, él, otros amigos y yo, de las riquezas y miserias de nuestros países latinoamericanos. No sé cómo caímos en el tema de las cárceles y los sistemas penitenciarios en la región. Claudio, por sus funciones, ha tenido oportunidad de ver muchas cárceles latinoamericanas.

«Las peores, las más crueles e inhumanas, las más alejadas a las normas penitenciarias modernas, las más sobrepobladas son las brasileñas» -dijo.

«¡No! -le protesté-, las peores son las dominicanas, que, seguramente, no conoces».

«Las conozco todas -me sorprendió-, absolutamente todas. Pero las brasileñas son peores, porque Brasil tiene muchos más recursos que la República Dominicana y no los emplea para resolver ese problema».

Me he quedado pensando en eso, desde que terminó nuestra conversación que tuvo lugar apenas antenoche en un restaurante de Fort Lauderdale, en vísperas de la Asamblea de la OEA. Pienso que, ciertamente, los dominicanos no contamos con los recursos de Brasil, pero no podemos olvidar que tampoco llevamos a cabo una política de prioridades inteligente.

Conocemos los experimentos que se llevan a cabo en Puerto Plata y Najayo, donde hay cárceles piloto que merecen el reconocimiento general. Pero debemos reconocer que si se hubieran dedicado al problema penitenciario algunos de los cientos de miles de millones de pesos que han malgastado o pretenden malgastar los gobiernos pasados y presentes en vanidad proyectos que el único beneficio que dejan son las jugosas comisiones que se ganan los funcionarios de turno, otra cosa fuera.

Todavía estamos a tiempo. El gobierno que resuelva el problema de las cárceles, no sólo pasará a la historia, sino que podrá contar con suficiente respaldo popular como para embarcarse en cualquier proyecto político.

r.molina@verizon.net.do

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