RAFAEL MOLINA MORILLO
Hago mía esta idea que me hace llegar el buen amigo Emilio José Brea García por el correo electronico:»He sabido me escribe- que la Marina de Guerra está de cumpleaños. Siempre me he preguntado, ¿por qué «de Guerra»? ¿Por qué no, Fuerza Naval Dominicana? Quizas así, por lo menos de nombre, se parecería a Fuerza Aerea Dominicana y se diferenciaría de Marina Mercante Dominicana (que no sé si existe todavia).
Eso de guerra se lee, oye y siente como una palabra que denota e implica agresión y es agresiva por esencia. Y el problema no es solamente semántico, sino de modestia y humildades, en un mundo cada vez más necesitado de paz verdadera, no solamente propalada sin práctica o como ejercicio en contrario. Somos un pais pequeño y pobre que quisera ser grande y rico. Quizas lo segundo se pueda lograr, no sabemos cuando. En consecuencia debemos ser modestos y humildes, porque lo cierto es que nombrar a nuestras instituciones con palabras que reflejan infulas de un poder inexistente, es ridículo y hasta caricaturezco. ¿Por que no le vamos pensando cambiar el nombre a nuestra Marina de Guerra?; no por uno de Paz, sino por uno que evidencie que caminamos dentro del siglo XXI, dejando atrás las agresiones y si ciertamente debemos prepararnos para la defensa de nuestro territorio, ya otros son los métodos e incluso los tiempos.»