Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
Es frecuente ver en los periódicos cómo, cuando se reseñan los procesos judiciales, aparecen en las fotografías militares y policías junto al juez.
Si es por razones de seguridad, de seguro que hay otros métodos para garantizar el orden en la sala y la integridad de los actores presentes.
Otras veces vemos a empleados del tren judicial que se plantan allí, en el mismo estrado del magistrado que imparte justicia, contemplando entretenidamente el juicio de turno.
¿Hay necesidad de esto? ¿No debe ser el estrado un lugar exclusivo para quien dirige la audiencia?
Lo cierto es que la presencia de esos guardias o civiles detrás o al lado del juez le quita solemnidad a la Justicia. Yo abogo ardorosamente porque se corrija esa mala, fea e irrespetuosa práctica.
