Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
Rindamos hoy aunque sea un tributo de recordación a los jóvenes patriotas que hace 167 años se reunieron clandestinamente y fundaron la sociedad secreta La Trinitaria con la loca idea de fundar una república nueva. ¡Y lo lograron!
Encabezados por Juan Pablo Duarte, el reducido grupo de amigos se dio cita el 16 de julio de 1838, en la casa de uno de ellos, Juan Isidro Pérez, cuya madre doña Josefa Pérez de la Paz, mejor conocida en la época como doña Chepita, les apoyó en la riesgosa aventura.
Dieciséis años de ocupación haitiana habían transcurrido hasta entonces. Había que ser muy joven, para soñar con la idea separatista, pero también había que tener sentimientos muy puros y convicciones muy firmes, y mucho valor, para desafiar al poder entronizado en toda la isla.
La Trinitaria funcionó, dio sus frutos. A través de ella se difundieron las ideas libertarias y se reclutaron nuevos miembros. Y de ese germen nació la República Dominicana.
¿Qué todavía hoy no se han alcanzado plenamente las metas ni los ideales soñados por los trinitarios? Es posible. Pero, por lo menos, ellos nos pusieron en el camino. Depende ahora de nosotros que sus sacrificios no hayan sido en vano. Nos toca a todos demostrar que somos dignos herederos de aquel magno compromiso.
