Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
El pasado martes 3 de mayo se celebró, como cada año, el Dia Mundial de la Libertad de Prensa. Con ese motivo, estuve en México participando en un foro regional sobre «Gobernabilidad Democrática y Libertad de Expresión en América Latina», organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y por el Senado de México.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa tiene su origen en una reunión de periodistas africanos realizada del 1 al 3 de mayo de 1991 en Windhoek, Namibia, donde se establecieron las condiciones para el funcionamiento de la libertad de prensa, pluralismo e independencia de los medios de comunicación en África.
Desde entonces, el 3 de mayo de cada año, las más importantes organizaciones y asociaciones de periodistas, directivos y propietarios de medios, sindicatos, colegios, gobiernos, parlamentos, autoridades locales, universidades y otras agencias del Sistema de las Naciones Unidas, desarrolla diversos actos y da a conocer documentos mediante los cuales subraya la importancia de la libertad de prensa como base de la democracia, enfatizando la necesidad de una plena vigencia de la libertad de expresión como derecho humano fundamental.
Se trata de una fecha, sin duda, muy importante para toda la humanidad. No olvidemos que sin la libertad de expresión, todos los demás derechos del hombre pueden ser suprimidos sin que nadie se de cuenta. La libertad de prensa puede considerarse, pues, después del de la vida, el más importante de los derechos.
Y como no se trata de una concesión ni de un regalo de los gobiernos, defendámoslo con todo nuestro vigor en toda circunstancia.
