Desde que tenemos uso de razón escuchamos que estar ‘gorditos’ es sinónimo de abundancia, salud y bienestar. Por otra parte, ha sido motivo de preocupación la delgadez de algún niño de la familia. Con el tiempo nos hemos dado cuenta que ambas ideas están erradas.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 95% de casos de obesidad infantil, son de origen multifactorial (falta de actividad física y el medio ambiente) y el 5% restante es por causas sindrómicas o monogenéticas.
La obesidad infantil predispone a problemas de salud de las futuras generaciones, corriendo el riesgo de, a menor edad, padecer enfermedades crónicas no transmisibles como: hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipidemias, etc.- las cuales disminuyen la expectativa de vida de quienes la padecen. Propongámonos luchar por frenar esta epidemia y asumir la gran responsabilidad que comienza en el hogar.
Cuando hablamos de medio ambiente y sedentarismo nos referimos a los hábitos que inciden negativamente en la vida de nuestros hijos. Dentro de estos, el aspecto laboral y social de los padres puede afectar el tiempo dedicado a la familia y muchas veces se deja la crianza de los niños en manos de otras personas u objetos. De esta forma los pequeños, en lugar de involucrarse en actividades que impliquen movimiento: jugar con los hermanos, padres, amigos y practicar deportes, tienen un día a día cada vez más lleno de horas pasadas frente a pantallas (tablets, celulares, videojuegos, etc.).
Es hora de que reestructuremos nuestras agendas para dedicarle más tiempo a nuestra familia. Empecemos por procurar una alimentación más sana, disminuyendo el uso de alimentos procesados, comidas rápidas, chatarra, grasa, sal, azúcar. Cambiemos las bebidas azucaradas por las frutas naturales y el agua, enseñemos a nuestros hijos a comer vegetales variados todos los días, cereales integrales, frutos secos. Ajustemos el tiempo de pantallas a no más de 2 horas por día ya que, además de promover sedentarismo y evitar la interacción sana, también predispone a mayor ingesta de comida.
Aprovechemos y realicemos actividad física en familia con el que, a la vez que estaremos fomentando una buena salud, fortalecemos los lazos familiares y creamos familias sanas tanto física como emocionalemente. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: sodonuclim@gmail.com / @sodonuclim.