Los buenos somos más

Los buenos somos más

Siempre, siempre, acudir al pensamiento, palabra y obra del más insigne, de siempre, de los dominicanos: el Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte y Diez.
Invadida la nación por un poder extranjero que usó la fuerza para dominar nuestra nación, el Patricio dijo: ¡Nunca me fue tan necesario como hoy, tener salud, corazón y juicio, hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria!
“Procuraré conservarme bueno, conservar mi corazón y mi cabeza.
“Hoy, al igual que ayer, la Patria sufre heridas graves, infligidas por hijos indignos que tienen como norte el enriquecimiento personal sin ningún miramiento, sin ningún freno, sin ningún pudor”.
Con un desprecio olímpico, la sociedad ha sido conducida a un despeñadero del cual sólo están exentos, aparentemente, los asaltantes del erario y los que medran bajo su sombra putrefacta. Y parece que todo lo aceptamos.
Ante el crecimiento del desamparo, de la inequidad, de la inseguridad personal y ciudadana, ante el acoso del crimen, ante la ampliación de la impunidad y la corrupción de la justicia, algunos piensan que una solución, ante tal desorden, es un gobierno de mano dura, una dictadura militar.
Las dictaduras comienzan como salvadoras de las naciones, como principio de la disolución para los males, pero… poco después cojean de un pie y luego del otro y abren las manos a la más amplia corrupción.
Ante ese panorama, les dejo esta oración de fin de año:
Una dictadura no resuelve los problemas de las naciones, por el contrario, los unifica bajo unas solas manos: las del dictador y su banda de asesinos y ladrones.
El guardia con el tolete no es la solución a la desigualdad, la falta de oportunidades, la exclusión, la faltad de empleo, la mala o inexistente, educación de calidad, el saqueo de los bienes públicos, la corrupción, la falta de prestación de servicios de salud pública, el contrabando, el tráfico de influencias,
Esos problemas se solucionan con una voluntad política que dirija la nación bajo el irrestricto patrón del respeto a la Constitución, a la ley, a la moral y las buenas costumbres, donde el imperio de la ley sea la regla de oro que norme la vida de la sociedad. Un país donde participemos todos en la solución de los problemas y dificultades.
No seas pesimista. Se puede. Iniciemos el camino hacia la búsqueda de soluciones. Siempre se puede un poco más. No perdamos tiempo. Comencemos a buscar la solidaridad de la familia, de los amigos, de los compañeros de la escuela, de la universidad, de la empresa.
Los buenos somos más. Adelante y valor. Tenemos que arreglar el presente para ser dueños y sentirnos orgullosos del futuro del cual solo nosotros somos responsables.

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