Los buscapiés y el titiritero

Los buscapiés y el titiritero

Cuando se enciende un buscapié, como parte de los fuegos artificiales que se usan para alegrar las noches del período navidades-año nuevo y reyes magos, nadie sabe hacia dónde se dirigirá el artefacto, salvo los titiriteros que apuntan para un lado para golpear en otra área. Es el eterno juego de la fiera que persigue a quien piensa es más débil, sin contar con la debilidad de la fuerza.
Desatada la guerra de rumores, consejas, acusaciones mentirosas, se intenta crear una percepción que favorezca los intereses de quienes usan las malas artes con fines inconfesados.
Esa mentira repetida corre nadie sabe hasta dónde, aunque se intenta con fervor que la misma llegue a la mayor cantidad de personas y que se difunda de modo tal que llegue a ser creíble o, por lo menos, que ponga a dudar, a vacilar, a quienes la reciban.
El rumor, se sabe desde siempre, es un arma política de mucha efectividad cuando se logra hacerlo correr aquí, allá, acullá, allende y aquende. En un país como el nuestro en donde se perdieron la moral y la poca vergüenza entre los bolsillos de una generación que usó los dineros del erario como capital propio, cualquier cosa se puede esperar de los titiriteros del gobierno.
A mí sí que no me extraña esta ofensiva de quienes se sienten debilitados, de quienes ven que su barco hace agua, aquí y más allá. Recurren, entonces, a cualquier manejo turbio que, sostenido en el tiempo y en el espacio, entienden que les dará buenos frutos.
Pero, he ahí que nunca van bien los de adelante si los de atrás corren rápido. Este es el país donde se conoce al ciego dormido y al cojo sentado.
Por ello, así como algunos piensan que van a engañar, a apantallar, a tirarle una corta y otra larga, los otros, los que sabemos de qué van a hablar con sus bocas llenas de mentiras les decimos: sabemos que pusieron en marcha una campaña mediática brutal, para machacar mentiras hasta que parezcan creíbles, que repetirán hasta más allá del cansancio eso de que la oposición hará una campaña sucia en la que ellos son maestros, que usarán el dinero, la guardia, la policía y todos los resortes del poder para quedarse con el gobierno y mantenernos acorralados por la inseguridad, el crimen, la droga, el desempleo, la falta de servicios de salud.
No creamos sus mentiras, votemos 15 el 15 de mayo y saquemos del poder el abuso, la corrupción, la falta de humanidad.
Su amenaza de que la oposición hace campaña sucia es una pantalla para cegarnos, para ponernos a la defensiva. No lo permitamos.

Publicaciones Relacionadas