Los cactus: decorativos, comestibles y medicinales

Los cactus: decorativos, comestibles y medicinales

Los encuentras pequeñitos, de unos pocos centímetros de altura;  pero también los hay hasta de 18 metros. Existen documentos que señalan que llegaron a tierra americana en las expediciones realizadas por científicos europeos junto a Cristóbal Colón.

Son abundantes no solamente en nuestro país, sino en todo el mundo;  se conocen  más de 3  mil especies y además de ser decorativos, muchos de ellos son  comestibles tanto para el hombre como para los animales; algunos tienen propiedades medicinales, pero los hay tóxicos. Otros se usan para la preparación de productos cosméticos. Entre los diversos usos que tienen, sirven para cercar y evitar la erosión de los terrenos.

Hablamos de los cactus, que  se caracterizan por la presencia de púas, o espinas,  y de un tejido pulposo para conservar el agua en los tallos, hojas y raíces cuando tienen que soportar períodos de sequía.

Su nombre proviene del vocablo griego  káktos que se cree era el utilizado para designar a una planta parecida al cardo.

Estas plantas,   pertenecientes a la familia de las cactáceas, tienen la originalidad de que se adatan a todos los climas;  se llaman suculentas porque pueden  conservar el agua por largos períodos, razón por la cual se cultivan en los desiertos. 

Se le atribuye al botánico sueco Linneo ser la primera persona que habló acerca de ellas  en su obra  Species Plantarum, publicada en 1753, en la que describió 32 especies.

Los cactus tardan mucho tiempo en florecer, algunos hasta diez años, pero sus flores son muy hermosas y de vistosos colores.

Como plantas ornamentales, se mantienen  tanto en espacios interiores como al aire libre y, aunque son fáciles de reproducir, requieren de cuidados mínimos para mantenerse saludables y bonitos.

Para limpiarlos y que mantengan su brillo, se recomienda usar un cepillo de dientes y lavarlos con una solución hecha con jabón neutro y agua.

Si la temperatura es fresca  o hay período de lluvia se recomienda no regarlos, pues eso puede perjudicarlos ya que, como se dijo, ellos conservan agua. En la época de calor el riego dependerá si están cultivados en maceta o en tierra y si se trata de macetas de plástico o de barro.

En el caso de los primeros, el riego debe hacerse  cada 12 días durante la primavera y cada 10 durante el verano y si están en maceteros de barro el período  se puede alargar unos 3 o 4 días más. Los mejores momentos para hacerlo es temprano en la mañana o al caer de la tarde. Nunca debe dejarse esta planta sumergida en el agua porque puede podrirse.

Los cactus deben estar expuestos a la luz solar  y si están en interiores y si  eso no es posible, entonces se les debe proporcionar luz artificial a través de una lámpara.

Sabias que?

Propiedades medicinales de los cactus

Estas plantas contienen en su composición sustancias biológicas que permiten que se puedan usar en la medicina. A continuación citamos algunos casos en los que se pueden aplicar las referidas sustancias.

Se ha demostrado  que el fruto de algunas especies de cactus sirven para controlar problemas renales, por el bajo nivel de grasa que tienen.

También son utilizados exitosamente dolencias gastrointestinales, especialmente para los cólicos, por el aceite que contiene la pulpa. La  captina, una sustancia que se encuentra en el fruto, se emplea como un calmante para los problemas cardiovasculares y nervios.

El  jugo extraído de los tallos y la savia se  puede utilizar como un alivio para pies cansados. Además, es usado en la elaboración de algunas bebidas refrescantes, como piñas coladas, además de productos de repostería y en la fabricación de vinos.

En nuestro país, al cristal de  la sábila se le da numerosas aplicaciones en la preparación de remedios antigripales, en bebidas diuréticos y en productos cosméticos.

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