Agricultores cafetaleros colombianos están en huelga. Los principales productores de granos arábica de alta calidad están demandando la ayuda de Bogotá, en una señal de la tensión que está aportando el 55% de disminución observado en los precios en los pasados dos años y que está perjudicando a la industria del café.
La baja en los precios se está agregando a los problemas de los productores locales, conjuntamente con  una profunda apreciación de la moneda local y un pronóstico de siembra que rompe los récords en los vecinos de Brasil.
 
Los precios del arábica descendieron en los últimos 18 meses y están fluctuando alrededor de $1.40 la libra. Eso se compara con el promedio inusualmente alto de 2011 de aproximadamente $2.55 la libra, y $1.76 la libra el año pasado.
 
“A todos nosotros los productores de café nos gustaría vivir en un mundo ideal con precios sostenibles”, dijo Luis Genaro Muñoz, director general de la Federación Colombiana de Productores de Café, que representa algunas 500,000 familias que cosechan dicho producto.
 
Colombia es el mayor productor del mundo del grano arábica de calidad Premium semi-lavado, la variedad apreciada por los conocedores de espresso por su sabor suave.
 
La huelga muestra que los productores colombianos, quienes a menudo fijan las tendencias para la industria más amplia en Latinoamérica, están luchando aunque los precios continúen mucho más altos que en las depresiones anteriores. Los precios del café arábica han bajado un 55% desde un pico de 30 años en el 2011 de más de $3 la libra, pero siguen estando por encima de la baja de $0.50 fijada en el 2002. Los costos más altos de la producción son un problema adicional.
 
No obstante las dificultades en el sector, Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, dijo que la huelga era “injusta, inconveniente e innecesaria” ya que los créditos y los subsidios que ascienden a más de $1.6 millardos ya han sido desembolsados.
Sin embargo, los productores locales de café se quejan de que la ayuda del gobierno aún era insuficiente ya que se paga más de $290 por una “carga” de café de 125kg, incluyendo un subsidio del gobierno de $33, mientras el costo de producción oscila alrededor de $350.
 
“El precio definitivamente es un problema”, dijo Omar Orozco, productor de café de Manizales. Además, los productores cafetaleros están sufriendo un recorte en el ingreso a causa del peso, la moneda local, que se ha fortalecido en contra del dólar de Estados Unidos.
 
En la década pasada Colombia había estado cosechando los beneficios de los altos precios de las materias primas, la credibilidad macroeconómica y una mejorada situación de seguridad.
 
Pero esas mismas tendencias han afectado a los exportadores del café contribuyendo al fortalecimiento del peso, el cual está un 17% por encima de su promedio de diez años.
 
Para completar, el tamaño de la producción se ha reducido en los últimos años.
Este año, el Gobierno Colombiano y la Federación de Productores de Café anunciaron que extenderían un programa apoyo de ingresos a los agricultores hasta el próximo mes de julio a fines de sostener el proceso de conversión de la plantación de café.