Los cambios en el nivel de precios

Los cambios en el nivel de precios

Los precios valoran e informan acerca de la escasez o abundancia de un recurso o producto en relación con lo que una sociedad requiere. Expresan equivalencias de unos bienes en términos de otros y, en cierta forma, permiten expresar niveles de poder adquisitivo de una población. Un nivel general de precios ofrece información que resulta fundamental para orientar a quienes tienen que tomar decisiones sobre qué y cuánto consumir y cómo y qué producir o distribuir. Sin embargo, los precios existentes no siempre son los más adecuados. De no utilizarse cruces e información de análisis  que faciliten óptimas asignaciones de recursos, no servirán para orientar decisiones individuales hacia la solución de los problemas económicos.

Lograr una estabilidad de precios es un claro y deseado objetivo dentro de la política económica de un país. Porque estabilidad significa que se den las condiciones adecuadas para que unos precios varíen en relación con otros a través del tiempo, pero pudiendo obtener las ventajas de su uso para mejorar la organización de la actividad económica. Así, cuando se habla de estabilidad general de precios se refiere al conjunto de precios que determinan el valor promedio de los bienes y servicios básicos que el sistema económico ofrece y que, por lo general, ocupan un lugar clave en la estructura de gastos de los diferentes consumidores. Pero los precios reflejan la demanda en relación con la oferta y se modifican en respuesta a cambios de una o de otra.

Funciones de los precios.  Un sistema de precios funciona en un país de acuerdo a los diferentes sectores que componen la actividad económica. Encontramos en ellos precios para diversos productos alimenticios, precios para cada manufactura, precios de las materias primas, precios para el crédito (tasa de interés), precios para la compra-venta de moneda extranjera (tasa de cambio) y precios en el mercado de trabajo (salario). Este gran universo de precios es la base de la actividad productiva y comercial actual, dentro de un país y entre países. Y es por eso que los sistemas de precios pueden llegar a desempeñar funciones que dan cierto tipo de organización a la actividad económica.

Tradicionalmente un sistema de precios conoce al menos cinco funciones fundamentales: (1) dan información, para que el público tome decisiones y se forme expectativas sobre las condiciones en que pueden cambiarse unos productos y recursos por otros; (2) asignan recursos entre usos alternativos, indicando la necesidad que tiene una sociedad de un bien o servicio e incidiendo para que los productores dirijan sus esfuerzos a producir los más deseados; (3) racionan o controlan el uso de los recursos, para que la distribución de la oferta sea más equitativa; (4) movilizan esfuerzos en la economía, al representar un estímulo para la producción racionando la demanda y estimulando la oferta, y (5) tienen injerencia en la distribución del ingreso, al reflejar el reconocimiento a los propietarios de los recursos productivos que cubren los costos que emplean en su producción.

Dinero, elasticidad y precios relativos.  Existen tres formas inmediatas de  analizar el nivel general de precios de una economía: (1) a través del manejo del dinero en la economía; (2) a través del análisis de elasticidades, y (3) a través del análisis de precios relativos.

El análisis a través del manejo del dinero en un sistema de precios hace referencia al poder adquisitivo del público en una economía. Dicho análisis permite establecer equivalencias de unos recursos y productos en términos de otros, al comparar unidades de medidas y medios de cambio en la economía. Ese valor del dinero, en esencia, representa el poder adquisitivo de cada unidad monetaria, lo que corresponde a la capacidad de compra que tiene cada unidad valorada en dinero para adquirir un producto. Dentro de este contexto, cuando un nivel general de precios tiende a aumentar, quiere decir que se están utilizando más unidades monetarias por unidad de producto. Esto significa que la cantidad de dinero cada vez es más abundante y que cada unidad monetaria representa menos poder adquisitivo. Al darse un incremento excesivo del dinero en circulación se presiona un aumento en la demanda, siempre que no haya una respuesta oportuna de la oferta de bienes y servicios. A su vez, si los precios tienden a bajar, menos dinero o unidades monetarias serán utilizados para adquirir cada unidad de producto.

Otro análisis oportuno en un sistema general de precios es a través del conocimiento de elasticidades. Son un instrumento para conocer la magnitud y dirección de diferentes respuestas de demandantes y oferentes ante cambios en diversas condiciones del mercado. Así, mediante las elasticidades se trata de determinar, por ejemplo, en qué forma los ingresos y los gastos de productores y consumidores se podrían afectar por la variación de precios del mercado. Las elasticidades simplemente relacionan las variaciones porcentuales en la cantidad demandada y ofrecida, contra las variaciones porcentuales en los factores (precios e ingresos) que inciden sobre el comportamiento de los compradores y vendedores. Con ellos se busca saber en qué forma se altera la demanda o la oferta ante determinados cambios en estas variables. Hay artículos que por lo general llegan a ser indispensables para el consumo y tienen un puesto definido en los presupuestos familiares.

Aunque su oferta caiga, la demanda de dichos productos tiende a no modificarse, pues, aunque su precio suba, la demanda seguirá casi igual. Así mismo, hay otros bienes que a pesar de que cambien ciertas condiciones, difícilmente puedan generar cambios en la oferta.

El análisis a través de precios relativos en un sistema de precios se utiliza como referencia o como una guía acerca de lo que significa algún producto en términos de otros. Los precios relativos adquieren importancia en aquellos momentos en los cuales no todo lo que se puede desear es lo que se prefiere o lo que se puede adquirir o producir. Al mismo tiempo, indicadores sobre el nivel de precios relativos permiten que los usuarios, bien sean productores o consumidores, puedan analizar con la elaboración y comparación de índices de precios y cantidades posibles niveles de competitividad, desvíos o instrumentos de políticas entre productos y servicios cuantificables.   

Una economía que opera bajo los patrones de la competencia y con un buen funcionamiento de los mercados, encuentra a través de la libre relación entre las preferencias de sus participantes una forma eficiente de asignar los recursos a los diversos usos alternativos.

Con ello, ante la información que se obtiene en un sistema económico, es analizando a través del comportamiento del nivel de precios, que se logra establecer que es necesario producir y en qué forma.  

No obstante, lamentablemente, muy rara vez, los niveles generales de precios funcionan bajo sistemas de “competencia perfecta”. Realmente en los complejos sistemas económicos de hoy día se presentan muchas imperfecciones que obligan a considerarlas cuando se pretenden realizar análisis de cambios en el nivel de precios. Por ejemplo, muchas veces existe concentración en la posesión de medios de producción en manos de unos pocos, de forma que en muchos mercados hay individuos o grupos de ellos que llegan a adquirir notable poder sobre el mercado, hasta el punto de tener capacidad para afectar el precio e impedir que más productores participen en la producción de ciertos bienes y servicios. Así mismo, en muchas economías hay una notable falta de información, donde muchos productores no tienen acceso a las técnicas de otros.

La cifra

11.97%  ha sido la tasa  de inflación promedio de la República Dominicana, medida anualmente, entre 1991 y 2010. En ese lapso, el Producto Interno Bruto (PIB), en términos reales, ha crecido a una tasa promedio de 5.65 por ciento.

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Causa de las imperfecciones

Lo que crea inestabilidad de precios con efectos nocivos es la aparición de una dinámica de variación en el conjunto de los precios como consecuencia de diversos desequilibrios en el interior del sistema. Alteraciones permanentes y sustanciales en el nivel general de precios de un sistema económico ocasionan incertidumbre y expectativas sobre la forma como el poder adquisitivo de las personas y las empresas pueden verse afectados por ellas, y sobre cómo su capacidad adquisitiva puede evolucionar respecto a los precios de los bienes en que regularmente gasta. Las imperfecciones impiden también que la libre competencia de las preferencias individuales determine precios que  reflejen qué es lo que más se necesita. Se dispone  de información errada con precios inadecuados que  tienden a generar distorsiones en la asignación de recursos.

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