Una de las opciones más sanas y divertidas que ofrecen las vacaciones de verano son los campamentos, cuya duración oscila entre tres y cinco semanas.
La terminología original proviene del inglés camping, que es una actividad comúnmente al aire libre que implica pasar una o más noches en una tienda, carpa o caravana, generalmente con el fin de alejarse de la civilización y disfrutar de la naturaleza.
En la actualidad, los campamentos tienen diversas modalidades para satisfacer las necesidades de los vacacionistas.
Algunos centran sus programas en un área o disciplina determinada, como son los que se especializan en la práctica de idiomas, computadora, cocina, refinamiento, manualidades, artes, deportes, cultura general y modelaje, entre otras disciplinas.
Sin embargo, los hay flexibles que ofrecen actividades de las más diversas índoles, para el disfrute de los niños y niñas.
La mayoría de los campamentos agotan un horario de ocho horas, pero tenemos los llamados de fuga que se desarrollan en montañas, ranchos, centros vacacionales y otros lugares a los cuales los chicos y chicas van de retiro por varias semanas para estar en contacto pleno con la naturaleza y vivir aventuras no imaginadas.
Antes de elegir un campamento, papá, mamá y los niños deben ponerse de acuerdo para determinar cuál es el más se ajuste a los intereses de todos, incluyendo el presupuesto.
También es necesario conocer quiénes son los organizadores y si realmente son personas confiables para depositarles el cuidado del tesoro más preciado, que son ustedes, chiquitines y chiquitinas.
Una vez ya seleccionado el campamento, entonces vienen los preparativos, o sea, determinar cuáles son las cosas que van a llevar.
Con respecto a los alimentos, dependiendo del monto de la inversión, algunos incluyen meriendas o refrigerios, así como útiles y materiales que utilizarán en actividades artísticas. En otros casos eso corre por cuenta de papá y mamá.
De igual manera, la ropa debe ser adecuada a las actividades que van a realizar ese día, como por ejemplo, si van a alguna piscina o tendrán actividades deportivas es obvio que deben llevar traje de baño o ropa adecuada para lo segundo.
Independientemente de cuál sea el programa a desarrollar, los niños y niñas deben ir con ropa cómoda, ligera, adecuada para el calor y para los movimientos.
Y luego que estén ya en su campamento, recuerden que deben respetar las normas, mantenerse siempre a la vista de los organizadores, no pelear con los compañeritos y compañeritas, fomentar amistades y hacer de esa experiencia algo inolvidable. ¡Qué disfruten!