Los candidatos de México cierran campaña electoral

Los candidatos de México cierran campaña electoral

MEXICO (AP).– Los candidatos presidenciales cerraron campaña para las elecciones del domingo con actos públicos en distintos puntos del país, con promesas del izquierdista Andrés Manuel López Obrador que su prioridad serán los pobres y compromisos del oficialista Felipe Calderón de ser un mandatario incluyente.

Tras cinco meses en los que las propuestas se vieron ensombrecidas por los ataques entre los dos punteros, López Obrador eligió la principal plaza de la ciudad de México para realizar su último mitin, mientras que Calderón acudió a los estados occidentales de Michoacán y Jalisco.

«No vamos a actuar de manera irresponsable, no vamos a provocar ninguna crisis… habrá un manejo técnico no ideológico de la economía’’, dijo López Obrador ante una marea de simpatizantes vestidos de amarillo, el color de su partido.

Como a lo largo de su campaña, el postulante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) señaló que de ganar los comicios su gobierno se guiará por el principio de «primero los pobres’’, un elemento que el aspirante oficialista utilizó para atacarlo y considerarlo «un peligro para México’’, bajo el argumento de que programas sociales como ha propuesto llevarán a México a una crisis y endeudamiento.

En su primer acto de cierre en el poblado de Zamora, en Michoacán, y ante unas 1.000 personas, Calderón del Partido Acción Nacional (PAN) prometió unificar al país después de una campaña marcada por las descalificaciones.

«Van a tener en mí un presidente incluyente’’, dijo el candidato del partido del presidente Vicente Fox, quien añadió que si es elegido se reunirá inmediatamente con sus adversarios.

La campaña cerró con los últimos números divididos entre López Obrador y Calderón, quienes ahora darán paso a cuatro días de reflexión a los más de 71 millones de probables votantes.

La ley electoral prohibe a los candidatos y sus partidos realizar propaganda por cualquier medio cuatro días antes de la elección, la primera desde que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue derrotado en 2000 luego de siete décadas de gobiernos ininterrumpidos.

«Me parece que con el fin de las campañas hoy (miércoles) por la noche deben también cesar las controversias, las diferencias y las acusaciones entre partidos y candidatos’’, dijo el presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde.

Roberto Madrazo, candidato del PRI, fue relegado al tercer lugar de las preferencias, aunque aún se muestra confiado en poder remontar en los últimos días e incluso ganar la contienda.

«Les vamos a ganar porque nosotros ya no queremos aventuras que está viviendo el país desde el 2000; ya no aguanta una aventura… ni de la izquierda ni de la derecha’’, señaló Madrazo en el estado norteño de Coahuila, fronterizo con Texas, Estados Unidos.

Pese a haber cinco en la competencia, el oficialista y el izquierdista centraron la atención.

Pero más que sus propuestas, lo más atractivo fueron los ataques, para los cuales se valieron de la televisión, el radio, internet y los discursos mismos.

Mientras calificaba a López Obrador como «un peligro para México’’, Calderón también lo comparaba con el presidente venezolano Hugo Chávez y señalaba que ambos son iguales de «intolerantes’’.

Tras varias semanas de sólo responder en discursos y ver su caída al segundo lugar en los sondeos, López Obrador y su equipo se montaron a la guerra de spots en los que acusó a Calderón de beneficiar a uno de sus cuñados y ayudarle a conseguir contratos con el gobierno cuando fue secretario de Energía (2003-3004).

Lo señaló como un hombre con las «manos sucias’’ y «mentiroso’’, tras involucrarlo en un polémico rescate bancario que siguió a la crisis económica mexicana de 1994-1995.

Además de Madrazo, también fueron relegados los otros dos candidatos de partidos minoritarios de reciente creación: Patricia Mercado, de Alternativa Socialdemócrata y Roberto Campa, de Nueva Alianza.

Detectan zona riesgo

México (EFE).- Un grupo de observadores electorales mexicanos advirtió ayer que cinco estados del país presentan un riesgo de conflicto y podría haber en ellos problemas para el normal desarrollo de las elecciones del próximo 2 de julio.

Los lugares considerados “focos rojos” (zonas de riesgo) son Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Veracruz y Guerrero, precisó en rueda de prensa el observador Marco Leyva, integrante del Comité Ciudadano de Seguimiento del Proceso Electoral (CCSPE).

Esta organización civil presentó hoy su tercer y último balance del seguimiento de las elecciones, que realizaron en los últimos meses.

El observador aseguró que principalmente en la región sur-centro del país debe haber más atención y crear mecanismos que permitan prevenir y atender los conflictos electorales.

De Oaxaca, donde ha habido desde hace más de un mes plantones de maestros por demandas salariales y hay amenaza de boicot el 2 de julio, Leyva, quien pertenece a una ONG de ese estado, se mostró confiado en que las manifestaciones no impidan unos comicios tranquilos.

Para Rosa María Rubalcava, también del CCSPE, además de prevalecer en esas zonas una presión social por problemas ajenos a este proceso, se corre el riesgo de otro tipo de acciones que se deben tomar en cuenta para evitar, como la compra y coacción del voto.

Según datos del Instituto Federal Electoral (IFE), árbitro máximo del proceso de los comicios, un total de 42 municipios agrupados en 17 distritos electorales son susceptibles de que haya en ellos compra y coacción del voto por el uso indebido de programas sociales.

Estos “focos rojos” se localizarían en siete estados: Chiapas, Hidalgo, Jalisco, Oaxaca, Puebla, Veracruz y Yucatán.

Los activistas hicieron además un llamado a las autoridades mexicanas para que se esmeren en contar con mecanismos de emergencia que aseguren a la ciudadanía un clima de seguridad y libertad en su derecho de ejercer el sufragio este 2 de julio.

“Nos preocupa las condiciones de crispaciones política en algunos casos o de elevada conflictividad”, dijo a Efe Rodolfo Tuirán, otro de los observadores.

Aclaró que el objetivo de tomar medidas preventivas o emergentes no pretende “alarmar” a nadie, sino garantizar la seguridad de la ciudadanía en la contienda democrática.

Reconoció que los recientes conflictos sociales, como el ocurrido en San Salvador Atenco (un municipio del Estado de México), el de los mineros en Sonora y el más reciente de los maestros de Oaxaca, “podrían perder fuerza” si se garantizan las debidas condiciones de seguridad.

El CCSPE es un organismo avalado por las autoridades electorales mexicanas y, al igual que otros observadores civiles nacionales y extranjeros, se instalarán el próximo 2 de julio en las más de 131.000 casillas en todo el país. 

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