Los cargos no son de nadie

Los cargos no son de nadie

POR CARLOS FRANCISCO ELÍAS
En unas declaraciones aparecidas en el periódico Hoy el 9 de agosto, redactadas por la periodista Yuly Arroyo, se titula algo así. «Hay personas que quieren mi cargo». Sobre el tema quiero hacer la siguiente precisión: Tengo la convicción de que los cargos no son de nadie, nadie nace con un cargo debajo del brazo.

Los cargos en función de conocimiento tienen un perfil y hay personas con un formación predeterminada que con su conocimiento o experiencia, llenan ese perfil y su acción pragmática demuestra si eran aptos o no, para dicho cargo.

Hago esta precisión porque vuelvo y reitero: los cargos no son de nadie, nadie vive o se entierra con su cargo para la eternidad, la idea de que los cargos son eternos en la República Dominicana, tiene que ver con vieja práctica oligarquica, que desde la muerte de Trujillo se impuso en la administración pública cuotas de espacios permanentes..

Tampoco puedo ser juez y parte en mi gestión a cargo de la Cinemateca Dominicana, pero si la prensa no miente, algo está sucediendo allí.

La mezquindad, decía la leyenda árabe, es ciega y vive sedienta de candidatos a sacrificios, hay que dejarla que discurra, porque los hechos concretos suelen, en silencio, aplastarla sin misericordia.

Por otra parte, para hacer una buena gestión no hay que ser de parido alguno, en mi caso más que conservador de pensamiento y acción he sido liberal y lo seré siempre.

No es tiempo de los viejos debates de hace más de 30 años, algunos han perdido el sentido del péndulo, ahora lo que hay que intentar es hacer lo que se entienda atinado y que tenga potencial de transformar, en eso creo.

Pero no hay que olvidar que en la historia política más reciente nuestra, los que debieron ser liberales y dar soluciones acorde con ese pensamiento, fueron más conservadores y autoritarios que otros que han tenido la etiqueta.

Y es muy probable que lo que el PLD no haya entendido aún, es que el 57% fue un acto a la par que partidario, cívico, en el sentido estricto del sentido común de la historia y la sabiduría de los pueblos, que tienen memoria de dictaduras.

El tiempo será un buen testigo, para saber si estoy equivocado…

Creo en el cine como un instrumento que hace culto y contribuye al espíritu de libertad de una comunidad, y lo que he intentado hacer con la Cinemateca Dominicana, es ponerla en dirección hacia su status real, el que nunca tuvo como institución cuya misión es la proyección colectiva de las artes visuales con sus rubros pedagógicos incluidos.

Sin embargo, de modo enfático, vuelto a insistir: los cargos no son de nadie, no son un traje que la gente envía a la sastrería, no es un reparto en clave de nepotismo, los cargos no son de nadie, lo que se debe procurar, en buena lid, es dar lo mejor de sí con vocación real de lo que es el servicio público, una vez que la responsabilidad ha sido aceptada, eso trato de hacer en cada proyecto o estrategia que desde aquí se planifica.

Finalmente, cuando uno estima una persona, no siempre tiene que coincidir en las opciones coyunturales que esa persona elija.

En el barrullo de inventos de esto días ha salido a relucir públicamente mi relación de amistad con la Dra. Ortiz Bosch.

Hago de público conocimiento que no haber coincidido con la Dra. Ortiz Bosch en sus últimas opciones políticas, raíz de las pasadas elecciones, ello no ha contribuido en la disminución de mi afecto, cariño y respeto, el mismo de siempre.

Los valores de las relaciones humanas, tienen una constancia que las diferencias de ideas, nunca podrán cambiar, si esas relaciones han sido auténticas y transparentes, que es el caso de las relaciones de amistad que más arriba comento.

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