No es la primera vez que alguien con carnet oficial se ha visto envuelto en asuntos escandalosos, pero ante una nueva situación con implicaciones extra nacionales, pudiera ser una de las más sonadas por tratarse de alguien que ha sido vinculado al tráfico de drogas y por haber llegado a aliarse con personas cuyo nivel y capacidad lo acercaron demasiado rápido a las puertas del poder.
Porque si un extranjero con poco tiempo en el país por el solo hecho contar con determinada conexión del poder político ya tenía carnet que lo acreditaba como militar, asusta a cualquiera con solo imaginar lo que podría estar sucediendo con tantos personajes influyentes y famosos junto a sus asistentes, guardaespaldas y choferes, que igualmente puedan contar con documentos que les permitan hacer cosas a las que a la gente común no les está permitida, no importa su comportamiento ni preparación.
Y la gran preocupación surge cuando se llega a la conclusión de que un documento de esa naturaleza al parecer resulta demasiado importante para cualquier ciudadano, porque de lo contrario, porqué para conseguirlo hay que contar con enllavadura oficial o política. Cuando un documento es importante por cualquier razón, mucho más cuidado deben tener los organismos responsables para otorgarlo.
Pero al parecer en nuestro país, solo basta con tener la suerte de contar con alguien con poder, habiendo en nuestro país tantos jefecitos de todos los calibres.
Este caso debería ser aprovechado por el gobierno entero, comenzando por el propio Presidente junto a los jefes militares, Ministros, Directores, funcionarios, legisladores, jueces y cuanta gente cuente con poder para dictar Decretos o emitir resoluciones en procura de clarificar todas las acreditaciones oficiales con carácter militar, sean de la guardia, la policía o de las diferentes instituciones que tienen que ver con las drogas y someterlas a un estricto control. No se trata de un tema que solo afecta la imagen de la Policía o el gobierno. Talvez para algunos sectores nacionales comprometidos con ese tipo de conducta no signifique mucho, pero cuando en el exterior y mucho más ahora por la vía de la comunicación a través de la Internet se divulga que en la República Dominicana, un ciudadano extranjero con carácter civil, supuestamente dedicado a las inversiones, pero que portaba un carnet que lo acreditaba como militar, fue atrapado y está siendo investigado con relación a un gran alijo de drogas, nos perjudica todos los dominicanos, lamentablemente no solo al gobierno.
Afecta al gobierno como a la oposición. A los civiles como a los militares. A los políticos y a los religiosos, a los empresarios, empleados, periodistas, maestros, ricos y pobres. A todos nos presentan como ciudadanos de un país donde parece no hay control ni siquiera en un área tan delicada.
En muchas ocasiones me ha causado indignación cuando gente importante, incluso funcionarios utilizan pasaportes extranjeros para viajar, pero ante lo que ocurre, casi hay que justificarlos.