Los católicos celebran hoy Corpus Christi

Los católicos celebran hoy Corpus Christi

Tras el paso de la Semana Santa, la Iglesia católica inicia una serie de celebraciones, las cuales resultan para algunas personas familiares, no obstante, para otras no. Tal es el caso del Jueves de Corpus Christi, festividad religiosa muy sonora, gracias a su importancia dentro del catolicismo, pero desconocida en cuanto a su esencia por la generalidad de los dominicanos que desarrollan su cotidianidad un tanto distante de esta religión.

De ahí a que, algunas personas crean en tradiciones populares sin tomar en cuenta que su pensamiento podría estar errado. Durante muchos años se ha vinculado la celebración del Corpus Christi con la leyenda de que un buey habló a su amo por no respetar este día de recogimiento. Cuenta la leyenda que un campesino haciendo caso omiso a esta celebración cristiana salió a arar la tierra con su buey y que éste le habló, reprochándole que ni siquiera ese día lo dejaba descansar.

Para el padre Luis Rosario, coordinador nacional de la Pastoral Juvenil, ésta es una leyenda popular que nada tiene que ver con la verdadera celebración del Corpus Christi.

Para Rosario, el Corpus Christi no es más que el cuerpo y la sangre de Jesús. Es una fiesta instituida por la iglesia para adorar al Señor a través del misterio de la Eucaristía.

Hoy la iglesia está de fiesta, una vez más los cristianos proclaman que Jesús vive y está presente ante todos los que creen en su palabra. Por eso, tanto los obispos y sacerdotes del país así como todos los fieles cristianos realizan, en las distintas parroquias y diócesis, una procesión donde presentan la Eucaristía con el propósito de realzar la vida y obra de Cristo.

“Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre… el que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna. Permanece en mí y yo en él”, así habló Jesús ante los doce discípulos en la Última Cena del Jueves Santo, horas antes de ser crucificado, dejando de este modo instituido el inicio de esta celebración.

La Eucaristía es el corazón y la cumbre de la vida de la iglesia, pues en ella Cristo asocia su iglesia y todos sus miembros a su sacrificio de alabanza y acción de gracias ofrecido una vez por todas en la cruz a su Padre; por medio de este sacrificio derrama las gracias de la salvación sobre su cuerpo, que es la iglesia.

La iglesia no tiene una fecha específica para la celebración del Corpus Christi, ésta dependerá del inicio de la Semana Santa, como bien explica Rosario, no obstante, lo que sí está claro es que esta festividad se realiza el jueves siguiente al domingo de la Santísima Trinidad.

Es decir, a los 50 días, luego del domingo de Resurrección se celebra el día de Pentecostés (fiesta del Espíritu Santo). Luego, el otro domingo, la iglesia festeja el día de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo), y el jueves siguiente el Corpus Christi.

[b]Su origen[/b]

La celebración del Corpus Christi fue instituida por el propio Jesucristo la noche del Jueves Santo, mientras se encontraba junto a los doce discípulos en la Última Cena.

Luego de ahí, en todo el mundo, se han producido varios milagros eucarísticos, que han dado lugar a que este misterio sea celebrado por la iglesia. Uno de los más famosos se produjo en 1264 cuando un sacerdote que celebraba la Santa Misa tuvo dudas de que la Consagración fuera algo real. Al momento de la Eucaristía vio salir de ella sangre de la que se fue empapando en seguida el corporal.

La venerada reliquia fue llevada en procesión a Orvieto el 19 de junio de 1264. Hoy se conservan los corporales donde se apoya el cáliz y la patena.

El papa Urbano IV, movido por el prodigio y a petición de varios obispos, hace que se extienda la fiesta del Corpus Christi a toda la iglesia por medio de la bula “Transiturus” del 8 de septiembre del citado año.

Para el padre Luis Rosario esto fue lo que marcó la celebración a nivel de la iglesia, empero, al igual que éste, son muchos los milagros eucarísticos que se han producido y que incluso llegan a nuestros días.

Otro de ellos, fue el caso de una joven llamada Alejandrina quien era colaboradora de la Orden Salesiana, beatificada por el papa Juan Pablo II recientemente. Alejandrina, oriunda de Portugal, no comía y sólo se alimentaba con la Eucaristía.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas