Los celos infantiles

Los celos infantiles

Los celos infantiles son provocados muchas veces por la frustración del niño, por no ser el primero en todo frente a su familia y entre sus amiguitos. Al notar una desventaja por no recibir toda la atención que demanda, se estimulan los sentimientos de celos, los cuales, aún en edades tempranas, son considerados como normales.

Sin embargo, a mi entender, los celos forman parte de las medidas de defensa y de consecución de privilegios. Por lo que entiendo que si se logra elevar la autoestima del niño dándole una confianza interna, que lo haga sentirse seguro ante cualquier tipo de situación que se le pueda presentar, pues su capacidad de controlar la situación conflictiva con su familia o con sus amigos, lo hará sentirse tranquilo y en posibilidad de eliminar dicho sentimiento, mejorando con ello, su relación con los demás.

Es preciso enseñarles a los niños  que, siempre que no haya consecuencias graves,  ellos mismos deben solucionar los conflictos en la familia para que luego sepan resolverlos también fuera de ella. Es importante incentivarlos para que puedan expresarse verbalmente, mostrando sus desacuerdos sin llegar a agredir ni violentar el ambiente que le rodeé.

Por tal razón es que planteo como apremiante el que se ayude al niño, concentrando en él toda nuestra atención y dándole la oportunidad de expresar sus sentimientos, que aunque para nosotros ese evento provocador de celos sea tan solo su imaginación para él/ella es algo existente y verdadero; por lo que hay que establecer una atmósfera familiar de tranquilidad, cooperación mutua y principalmente una disciplina democrática, lo cual reducirá o eliminará los accesos de celos.

A pesar de esto, nos enfrentamos al hecho, de que es evidente que todo tipo de celos es difícil de evitar, pero con más ímpetu hay que luchar contra ellos desde el principio y no debemos decir que son inofensivos, ni tratarlos como tal, porque nunca sabemos a dónde pueden llegar.

La rivalidad, que incentiva el celo, es un sentimiento natural de los seres humanos y hay que dejar que los niños lo expresen, ya que normalmente aparecen por competencias en torno a algún objeto, atributo o particularidad que a veces es deseada en el medio en el que estos niños se mueven y despiertan envidias y conflictos entre ellos. El problema surge cuando esta envidia se torna excesiva y oculta otros problemas, o cuando no es bien canalizada y hay violencia tanto física como verbal.

Para manejar adecuadamente este tipo de problema, el primer paso es el más importante, es esencial que no le concedamos ningún beneficio ante una situación de celos, se debe mantener la calma y de forma imparcial y tranquila decirle a su hijo que no hay razón para darle o hacer lo que pide, que ya se le dará o se le hará eso mismo u otra cosa, cuando lo necesite o corresponda.

En cuanto al tratamiento, o a las técnicas que se utiliza para una situación de celo excesivo, lo que hay que tener como premisa primordial es NO PREMIAR LOS CELOS. Hay que hablar, explicar y tratar de entender cuantas veces sea necesario, pero nunca porque sea la salida más fácil, premie el hecho, NUNCA; y es importante que previamente a la aparición de la situación de los celos, tengamos presente lo que vamos a hacer cuando vuelvan a ocurrir.

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