Los centros universitarios regionales

Los centros universitarios regionales

En febrero de 1970 fueron inauguradas las dos primeras extensiones universitarias de la UASD en el interior del país: el Centro Universitario Regional Suroeste ubicado en Barahona, y el Centro Universitario Regional Noreste situado en San Francisco de Macorís. Desde un principio se contempló la posibilidad de que los catedráticos más acreditados de la Universidad estatal impartieran docencia y llevaran a cabo labores de extensión y de investigación en esas extensiones. Se pensó que los aportes y saberes de estos harían más efectiva la reproducción de la vida universitaria en esas apartadas localidades. Se trataba de inmolar las acciones de los religiosos dominicos que a mediados del siglo XVI organizaron estudios generales y universidades en ciudades como Santo Domingo, México, Caracas, La Habana y Lima situadas a más 7 mil millas de distancia de Sevilla, Salamanca y Alcalá de Henares.

La presencia e influencia creciente de esos dos primeros centros regionales de la UASD motivó a que instituciones privadas de educación superior organizaran programas de extensión en localidades del interior del país y hasta gestaran universidades provinciales, tales como las universidades de San Pedro y San Francisco de Macorís, La Vega, Bonao y Azua.

De las extensiones regionales de la UASD han egresados más de 100 mil profesionales que han contribuido a elevar el nivel de vida de igual número de familias y al desarrollo de sus comunidades. Como bien lo expresara el Rector García Fermín: “Cuando la UASD llega a una región todo cambia, la economía se activa y la pobreza comienza a ceder”.

Todas las acciones de la UASD en materias de creación de extensiones regionales forman parte de proyectos de desarrollo debidamente formulados. Es un infundio la afirmación de lo contrario.

El hecho de que una institución universitaria en principio no disponga de una planta física adecuada no significa que la misma no haya sido concebida como un proyecto debidamente formulado.

En efecto, la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, fundada en 1962, en sus inicios operaba en una residencia familiar de la ciudad de Santiago de los Caballeros. El Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), fundado en 1972, inició sus labores ofertando en horario nocturno cursos de economía y administración en aulas cedidas por el Colegio Dominicano De La Salle. El Centro Universitario Regional Sur de Barahona inició sus operaciones en una vieja edificación propiedad del Banco Agrícola. Los centros universitarios de San Francisco de Macorís y Santiago comenzaron a operar en casas de madera y en aulas de escuelas públicas. De más estaría decir que todas esas instituciones disponen hoy de magníficas instalaciones y están dotadas de bibliotecas, laboratorios y de herramientas tecnológicas de última generación.

Con más de 170 mil estudiantes distribuidos en su Campus de la ciudad de Santo Domingo y en sus catorce extensiones regionales, la UASD ocupa uno de los primeros lugares entre las instituciones de educación superior más pobladas de la América española.

Con nueve proyectos de investigación adjudicados, la Universidad Autónoma de Santo Domingo resultó ganadora del Concurso de Investigación patrocinado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología en las áreas de ciencias básicas, medicina, salud, biotecnología, energía y cambio climático.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas