Los cien años del casino de Peravia de Baní

Los cien años del casino de Peravia de Baní

El próximo sábado 18, el Casino de Peravia, de Bani, celebra los cien años de su fundación. Y en medio de las precariedades de los años posteriores al huracán David en 1979, alcanza este aniversario por la voluntad de sus fieles socios empeñados en que la institución no desaparezca como ha ocurrido en otros pueblos con clubes similares.
Los orígenes del Casino de Peravia surgieron de las inquietudes de un grupo de ciudadanos banilejos disgustados por el rumbo que iba tomando el otro club, el Centro Banilejo. Ellos decidieron formar tienda aparte e instalarse en una moderna construcción de hormigón e imponente fachada al frente oriental del parque central banilejo, del lado sur del parque se ubicaba al Centro Banilejo. Estuvo instalado también en una bonita estructura de hormigón desde antes de la I Guerra Mundial de 1914.
El Centro Banilejo ya tenía una larga vida desde inicios del siglo XX. Su primer local fue en lo alto de una añeja casa de mampostería, ahora sucursal del Popular con una hermosa escalera de caracol. De ese local el Centro Banilejo se trasladó a una estructura de hormigón en la esquina de las calles Duarte y Sánchez hasta 1911. Ese año un voraz incendio consumió la edificación y obligó a darle inicio a su nueva sede.
Ambas edificaciones de los clubes complementaban el hermoso entorno del parque central. Del lado norte está ubicada la iglesia parroquial, objeto de varias reconstrucciones por los incendios que asolaban el pueblo de forma periódica. En el lado occidental se encontraba la sobria construcción de dos pisos que alojaba al Ayuntamiento Municipal. Era una obra de mampostería que duró hasta enero de 1962 cuando en la noche del día 7 un fuerte terremoto resquebrajó todas sus gruesas paredes exteriores.
El Casino de Peravia, en noviembre de 1919, estrenó su moderno local frente al parque ya que meses antes se había constituido la nueva sociedad. Su flamante sede fue una donación del empresario señor Virgilio Pimentel que poseía una moderna factoría de café para su preparación y embarque del grano para el exterior.
La fundación del Casino de Peravia coincidió con el triunfo de la revolución rusa y el ingenio popular banilejo bautizó a los socios del casino como los mencheviques y a los del Centro Banilejo como los bolcheviques. Así se separaban los orígenes de ambos clubes que ya para 1920 se disputaban los favores de la banda de música de la infantería de marina norteamericana que desde 1916 ocupaban el territorio. Esa banda de música acudía desde noviembre de 1917 a cooperar con la celebración de las fiestas patronales. Un dilema se les presentó a los norteamericanos cuando aparecieron dos clubes sociales de igual categoría en el pueblo. Sabiamente decidieron compartir con ambos. Dividieron la banda en dos grupos similares para amenizar los bailes que se celebraban pomposamente en los salones de ambas entidades sociales.
En 1927, siendo Rafael L. Trujillo jefe del Ejército se presentó en el casino con su amante de entonces, la españolita María Martínez, mi abuelo Fabio Herrera Echavarría era el presidente del casino y le envió una tarjeta roja para que abandonara el local. Trujillo lo comprendió así, reconociendo que su esposa era Bienvenida Ricardo, y se marchó con su amante jurando ella que nunca más en su vida visitaría a Baní. Trujillo obedeció pues él era muy conocido de mi abuelo por las relaciones con su padre.
Desde 1919 la presidencia del casino la han ocupado 34 banilejos, algunos en dos y tres periodos de esplendor o de penosa inactividad. La decadencia del casino, como de los casi todos los demás clubes sociales similares de los otros pueblos, se inició en el país a partir de 1970 con el aumento de la diáspora. Y era que el elitismo que pretendía prevalecer fue desmoronándose a partir de ese año con la desaparición de los casinos o clubes sociales de postín pueblerino. Las nuevas conductas chocaban de frente con los aires democráticos que ya preferían una discoteca, un piano bar, un “drink” o una barra para socializar y no una entidad sometida a patrones sociales ya caducados.
Desde 1919 hasta 1945, año en que el casino fue trasladado a nuevo local frente a la iglesia del lado oriental, once ciudadanos fueron sus presidentes. Desde 1945 hasta la muerte de Trujillo, siete banilejos ocuparon la presidencia por dos y tres periodos. Desde 1962 hasta 1980, cuando se agravó la situación económica del club, seis banilejos fueron los presidentes. Desde 1980 al 2000, seis ciudadanos fueron los presidentes y desde el 2000 hasta 2018 cuatro fueron los presidentes destacándose el esfuerzo y tenacidad de José Miguel Ortiz que por 10 años ocupó la presidencia y evitó el colapso total de la centenaria entidad.

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