Hace algunos días que pensaba no tratar temas relacionados con el acontecer político nacional, por el desprecio y la burla con que ciertos sectores del poder del PLD suelen atropellar a todos los ciudadanos dominicanos y hasta muchos extranjeros que hace años conviven  en esta república fundada por Juan Pablo Duarte. Me refiero, sin que esto sea una defensa a la minera, que está de moda en los medios escritos, radiales y la tv la Barrick Pueblo Viejo, cuyo contrato estuvo en discusión casi dos años en las cámaras legislativas, hasta que fue aprobado por éstos y aceptado por el presidente Fernández sin ningún tipo de observación, y ahora resulta es la estafa más grande que se le haya hecho al pueblo dominicano y que por encima de eso todavía fue modificado, favoreciendo a los intereses de esa misma empresa en el año 2009, por los mismos miembros de las cámaras que desacertadamente le dieron su aceptación. Entonces, ¿por qué nos viene anunciando el presidente de los diputados que va  a solicitar cambios improcedentes en un contrato que fue él su más decidido propulsor ¿Es que este “honorable” ciudadano, pretende ahora ser defensor de un pueblo, que nunca le ha dolido? Eso es una burla, un desprecio a tantos ciudadanos que no somos imbéciles, ni serviles. Tenga, señor presidente de los diputados más respeto, por que el tiro puede salirse por la culata.

Parece que el presidente de los diputados no es más que un singular político de la comunidad que equivocadamente lo eligió, pues ahora viene con otra cantinflada, pues  pretende erigirse en director de una orquesta que dirigió y  aprobó  un acto leonino y recomendándolo al Ejecutivo de la nación para su promulgación,  siendo dicho acto ilegal, porque lesiona los intereses del país y ahora parece  olvidar, este sujeto, que el pueblo dominicano en algún momento le pasará factura por ese desliz.