LOS ANGELES. Steve Ballmer es oficialmente el nuevo dueño de los Clippers de Los Angeles, mediante un acuerdo sin precedente por 2.000 millones de dólares que marcó el final de la gestión de Donald Sterling, la más larga que seguía vigente por parte de un propietario en la NBA.
Sterling compró el equipo en 1981 por 12 millones de dólares y lo presidió durante décadas, en las que los Clippers acumularon muchas campañas perdedoras. Tras un escándalo, el propietario se lanzó a una intensa batalla legal con su esposa, de la que está separado, a fin de conservar su activo más preciado.
El club informó que la venta se cerró después de que una corte en Los Ángeles confirmó la autoridad de Shelly Sterling, de parte de un fideicomiso de la familia, para vender la franquicia a Ballmer, ex director general de Microsoft.
La junta de dueños de la NBA había aprobado antes la venta. «Estoy muy emocionado, en toda la extensión de la palabra, por continuar recorriendo el camino para que los Clippers sean un mejor equipo de basquetbol y para que yo sea un mejor ciudadano de la comunidad de Los Ángeles», dijo Ballmer a The Associated Press en una entrevista telefónica.
El escándalo que derivó en la debacle de Donald Sterling comenzó en abril, cuando se filtró una llamada en la que el empresario reprendía a su novia por llevar a personas de raza negra a los partidos de los Clippers. La grabación llevó a que la NBA expulsara a Sterling de por vida y lo multara con 2,5 millones de dólares.
Sterling buscó disculparse tras el surgimiento de la grabación, pero sus pasos en ese sentido resultaron contraproducentes. En una entrevista televisiva arremetió contra Magic Johnson, la leyenda de los Lakers de Los Ángeles, quien había aparecido en fotos con la novia de Sterling. El magnate dijo que Johnson no era un buen ejemplo para los niños porque «tiene sida». Johnson, portador del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), no ha desarrollado esa enfermedad.
Surgieron críticas contra el empresario de bienes raíces, de 80 años, desde todos los rincones del país, incluida la Casa Blanca, donde el presidente Barack Obama consideró que las declaraciones de Sterling eran «increíblemente ofensivas y racistas».
Mientras la NBA amenazaba con apropiarse del equipo para subastarlo, Sterling cedió inicialmente a su esposa el permiso para negociar una venta. Luego, se negó a avalar el acuerdo con Ballmer y advirtió que demandaría a la liga. Revocó el fideicomiso, algo que según sus abogados impediría el convenio de venta. Shelly Sterling, quien está casada con Donald desde hace 58 años, lo expulsó del fideicomiso, luego que los médicos descubrieron que el millonario tenía síntomas del mal de Alzheimer.
Adam Streisand, abogado de Ballmer, dijo el martes que el juez de la Corte Superior, Michael Levanas, firmó la orden que autoriza la venta incluso si los abogados de Donald Sterling presentaban una apelación. Streisand añadió que aun si Donald Sterling busca una orden de emergencia para anular el fallo del juez, un tribunal de apelaciones podría validar la decisión de Levanas. No fue posible comunicarse de inmediato con los abogados de Donald Sterling para que emitieran comentarios. La venta pone fin a varias preocupaciones que rodearon al club en los últimos meses.
Doc Rivers hubiera renunciado como entrenador si Sterling seguía como dueño, dijo el director general interino Richard Parsons. El armador Chris Paul, quien preside la Asociación de Jugadores, se habría marchado también y hubiera convencido a otros jugadores para que hicieran lo propio, en protesta por las declaraciones racistas. Los patrocinadores, que habían comenzado a huir tras la difusión de los comentarios de Donald Sterling, difícilmente hubieran vuelto con él.
Nada de eso parece un problema con Ballmer, quien además podría abrir la chequera para realizar contrataciones, algo a lo que fue reacio Sterling durante un buen tiempo. «Me siento honrado por ser el nuevo dueño de los Clippers de Los Angeles», dijo Ballmer en un comunicado. «Los fanáticos de los Clippers son increíbles. Han sido leales a nuestro equipo durante algunos momentos extraordinarios».
Ballmer indicó que hará todo lo posible para dar al equipo, al entrenador Doc Rivers, al personal y los jugadores todo el respaldo que necesiten. «Es extraordinario el nuevo capítulo en la historia de los Clippers», dijo Rivers, y señaló que le inspira la pasión de Ballmer por el deporte.
Ballmer, Rivers y los jugadores de los Clippers participarán en una actividad con fanáticos el lunes en el Staples Center.