Don Emilio Rodríguez Demorizi en “Próceres de la Restauración” consigna: Peguero, Santiago, de Santo Domingo, firmó un manifiesto en favor de la Restauración.
Años después, como parte de los documentos de la Presidencia del Gobierno en Armas de 1965, me corresponde archivar y conservar las listas de los lugares donde estaban los Comandos de la Guerra de Abril con nombres, rangos, sus comandantes y es ahora, 50 años después cuando se pueden publicar sin poner en riesgo las vidas de los heroicos combatientes, Próceres de la República.
Finalizada la Guerra Patria llegó la hora de la cobardía, de la acechanza de los combatientes constitucionalistas para encarcelarlos, asesinarlos, deportarlos. Entonces era imprudente publicar estos documentos que saldrán a la luz el próximo mes de enero, en una publicación de la excelente colección del Archivo General de la Nación.
Nadie sabe cuántos combatientes sobrevivieron gracias a la no publicación de las listas de los Comandos.
Quienes se solaparon bajo la protección de los invasores yankis se dedicaron, pasada la Guerra de Abril, a demostrar lo que no pudieron ni supieron hacer durante los combates donde demostraron su impericia, que su entrenamiento había tenido por objeto convertirlos en soldados de ocupación de su propio país.
Ya con los combatientes desarmados, estos soldaditos de desfiles militares y de guardias de honor, sacaron su odio, sus frustraciones y se dedicaron a querer ocultar su falta de honor militar y a bravuconear contra una sociedad indefensa.
La obra contiene el nombre de miles de combatientes distribuidos en más de cien comandos que operaron en toda la ciudad, hasta que los invasores norteamericanos participaron en apoyo a las timoratas y derrotadas huestes de los traidores a la Patria, ante la victoriosa campaña de los constitucionalistas en los combates en la zona norte de Santo Domingo.
Muchos nombres no aparecen en la obra, dado que nadie sabe cuántos combatientes y simpatizantes cayeron en los combates de la cabeza oeste del puente Duarte y en la zona norte.
Luego del ataque brutal y asesino de los yankis el 15 de Junio, se organizó el despacho de los artículos que se rescataron de los depósitos de la Aduana, luego del incendio de sus depósitos por parte de los invasores. Los efectos eran liquidados y su monto depositado en la Colecturía de Rentas Internas. Se decidió entregar una ayuda económica a los comandos, para atención de sus miembros, sumas que fueron registradas en listas que ahora son publicadas.
Aparecen los nombres de comandos, su personal, así como también todos los nombres, apellidos, posiciones y nombres de los combatientes, en orden alfabético.
Con esta obra, el Archivo General de la Nación hace un nuevo e importante aporte al conocimiento de la historia nacional.