Los compromisos del gobierno con el FMI

Los compromisos del gobierno con el FMI

La misión del FMI, dirigida por Alejandro Santos, por tercera ocasión intentará cuadrar los números fiscales y del sector energético. Recordemos, el Gobierno firmó el “stand by” en noviembre del 2009, por incumplimiento de metas fiscales en febrero pasado no terminaron la quinta revisión trimestral. Regresaron el pasado 21 de marzo, para informar que habían otorgado dispensas por los incumplimientos, advirtiendo que la nueva Carta de Intención, la que se está haciendo, debía incluir las siguientes políticas: a) un ajuste fiscal de 1% del PIB (alrededor de RD$20 mil millones); b) aumento de ingresos y reducción de gastos; c) limitar a 3% del PIB el déficit del sector público consolidado; d) aumentar el indicador tributación/PIB; e) flexibilizar la tarifa eléctrica.

Para la población será un costoso programa de ajuste, es la alternativa que ha buscado el FMI porque el Gobierno peledeísta está en bancarrota y se ha resistido a un plan de austeridad fiscal para recortar el déficit del presupuesto. Políticas dirigidas a reducir la demanda, porque el FMI entiende que la economía está sobre-calentada, a pesar de las quejas de los dominicanos de que aumenta el desempleo y se reducen las ventas de fábricas, tiendas y negocios. El organismo internacional desconfía de promesas provenientes del Gobierno porque reiterados han sido los incumplimientos, sabe que los peledeístas dicen que sí a cualquier cosa y luego incumplen, como dice el pueblo, son tramposos y mentirosos.

Por ejemplo, mienten sobre el sector eléctrico, se comprueba cuando revisan la deuda corriente con los generadores de electricidad. A más de 30 días, excluyendo a productores como Monte Río, Laesa y a EGEHID, la deuda asciende a US$202.6 millones, con US$95 millones superando los 61 días, cuando éste último balance debería estar en cero según el “stand by”. Preocupa que a abril pasado el déficit del sector eléctrico superara la mitad de los US$350 millones programados para todo el año, que en dicho mes el déficit de caja del Gobierno haya sido mayor que el balance acumulado enero-marzo, por lo que de seguir la tendencia será superior al 3 por ciento del PIB.

Si fuera correcta la política fiscal, es decir, si se estuviera aplicando un plan de austeridad en el gasto, no sería necesario cargar al pueblo con más impuestos y se estaría ganando confianza en el mercado.

Como se compromete a cualquier cosa, para lograr el desembolso de más de US$1,100 millones pendientes, el Gobierno dijo que sí al programa mencionado, lo que implicará eliminar exenciones como el Itbis para educación, salud y algunos alimentos, lo que es inaceptable socialmente, porque empeorará la inflación que se proyecta en dos dígitos para el año.

El crecimiento se lograría mejor si el Gobierno reduce sus gastos, para terminar con un menor desbalance en el presupuesto, lo que ahora se hace más urgente, porque los intereses están en aumento.

Da pena decirlo, sin el “stand by” el Gobierno no sobrevive, por lo que es necesario que el FMI continúe conduciendo la economía en lugar del PLD, porque sus dirigentes han demostrado ineptitud en la conducción pública. Pero sin más impuestos, porque el pueblo no los aguanta.

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