Los congresistas prefieren volar que legislar bien

Los congresistas prefieren volar que legislar bien

MARIEN ARISTY CAPITÁN

Amantes de las alturas, los diputados dominicanos gastaron RD$170 millones en 1,498 viajes al extranjero desde el 2013 al 2018, lo que representa RD$34 millones por año o, para ser más exactos, casi RD$3 millones mensuales.
Los motivos para viajar, variopintos, muchas veces no han tenido nada que ver con su función legislativa. Pero, ¿qué importa si lo pagamos nosotros?
Tan prestos están a tomar el avión que la diputada Lucía Medina solicitó ayer a la Comisión de Cultura del Senado que cree una comisión bilateral para que viaje en los próximos días a Venezuela y, en coordinación con la Cancillería y un antropólogo, identifiquen dónde yacen los restos de Rosa Duarte, hermana del patricio Juan Pablo Duarte.
El viaje antropológico surge porque en septiembre pasado la Cámara de Diputados declaró de urgencia y aprobó en dos sesiones consecutivas un proyecto de ley que declara Heroína Nacional a Rosa Duarte y ordena la exhumación y repatriación de sus restos. El proyecto es autoría de Medina.
Aunque no se discute la valía de Rosa Duarte, es inaudito que el Congreso se ponga a buscar sus restos cuando tiene pendientes conocer importantes leyes. ¿Con buscar a Cleopatra no nos basta?
Da pena que los congresitas legislen para la instalación y mantenimiento de ascensores, el uso de detectores de metales, leer la Biblia, usar símbolos patrios o prohibir la hookah, entre otras, cuando tienen pendientes cosas más importantes como las leyes que establece la Constitución del 2010, así como las de Aguas, Ordenamiento Territorial, del Código Penal y el Código Civil.

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