Los consumidores en el centro de la atención

Los consumidores en el centro de la atención

Por Krishna Guha
Las perspectivas macroeconómicas de Estados Unidos se mantienen, como dijera recientemente Robert Rubin, el ex secretario del Tesoro, “sumamente inciertas”. Rubin hablada antes de la publicación de las fuertes cifras del trabajo que mostraron que EEUU generó 110,000 empleos en septiembre, y 89,000 en agosto, no el  -4,000 en agosto de este año, como se estimó inicialmente. De todas formas, su observación sigue siendo válida, hasta ahora.

Incuestionablemente, la resistencia del mercado laboral, hasta el momento, es alentadora. El crecimiento sostenido del ingreso indica que es probable que el gasto de los consumidores no retroceda abruptamente. Sugiere, también, que las compañías no han entrado en pánico frente al torbellino en el mercado de crédito.

Todo esto vuelve significativamente más probable un aterrizaje suave. Como expuso Don Kohn, vicepresidente de la Fed en un discurso reciente, la defensa de este pronóstico es -con la ayuda de los recortes en las tasas de la Fed- que la economía va a soportar unos cuantos meses de crecimiento bastante débil, pero que después empezará fortalecerse el año próximo.

No obstante, hay un “riesgo de cola” inusitadamente grande, de que los pesares del mercado de la vivienda no solo empeoren mucho, sino que por primera vez se extiendan al gasto de los consumidores de forma contundente, elevando el riesgo de una recesión.

Antes del informe del sector del trabajo, muchos economistas situaban el riesgo de recesión alrededor del 25%-30%; ahora ese número sería inferior, aunque todavía mucho más alto de lo normal.

El mercado de acciones parece estar descontando muy poco riesgo de recesión, aparentemente, por la confianza que tienen los inversionistas en que la Fed hará todo lo necesario para mantener creciendo la economía. Sin embargo, los políticos de la Fed, mientras que están complacidos con que haya calma en el mercado de valores, no le dan demasiado espacio por su aparente señal alcista. Recuerdan que la bolsa de valores de EEUU a finales de 1999 -a punto de estallar la burbuja puntocom- estaba apreciando años de gasto exacerbado en la información tecnológica.

Al excluir las buenas nuevas sobre el sector laboral, los datos económicos recientes, que llegaron con un atraso de varias semanas, están bastante mezclados. El gasto de los consumidores parece mantenerse razonablemente bien, aunque el crecimiento el ingreso ha perdido fuerza. Las ventas de autos no estuvieron mal, Los pedidos de productos duraderos -si bien en lado flojo presentan un cuadro de un sector corporativo que no está boyante, ni a punto de tirar la toalla.

La ausencia de un cuadro claro no sorprende. Probablemente pasen varios meses antes de que el impacto de la contracción del crédito se manifieste en las cifras macroeconómicas. Por esta razón, los políticos no tienen necesidad de poner más peso del habitual en una combinación de información anecdótica y de pronósticos económicos, además de datos duros.

Los funcionarios de la Fed están recogiendo cierto aumento en la cautela entre las empresas, que pudiera conducir a que algunas compañías aplazaran proyectos de inversión uno o dos trimestres. Pero todavía se oye a relativamente muy poca gente de negocios, aparte del sector de autos y otros, estrechamente relacionados con la vivienda se quejan de un retroceso real en la demanda de sus productos y servicios.

La turbulencia en los mercados de crédito pudiera tener algún efecto directo en la inversión en los negocios, al empujar al alza el costo de capital para corporaciones de menor credibilidad. Sin embargo, con el recorte en la tasa de fondos de la Fed compensando el incremento en los diferenciales del crédito para la mayor parte de las compañías, y un dólar más bajo, creando nuevas oportunidades de exportación, esta afectación directa es probable que sea reducida.

Además, el sector corporativo no es particularmente vulnerable en esta encrucijada, habiendo tomado un enfoque cauteloso ante la inversión en años recientes, y construyendo fuertes hojas de balance.

Los consumidores

La cuestión es: ¿qué pasa con el consumidor de EEUU?

La mayoría de los economistas están confiando en  que los negocios no retrocedan muy agresivamente previendo una desaceleración provocada por los consumidores, sino que, por el contrario, adopten una actitud de espera, para ver qué pasa. “El problema es ver hacia dónde va el consumidor. Yo creo que las compañías tomarán la señal de ahí”, dice Peter Hooper, jefe económico de títulos en el Deutsche Bank.

Durante el año pasado, y sin duda, durante un tiempo mucho más largo, el gasto del consumidor de estadounidense  ha sido asombrosamente resistente ante una variedad de choques, incluyendo el vuelco inmobiliario. Con las acciones altas y un crecimiento en el ingreso relativamente bueno el año pasado, no resultaría obvio que el gasto se desacelerara con fuerza los próximos meses.

Sin embargo, los efectos de derrame de la vivienda al consumo pudieran ser mayores. Probablemente, los precios de las casas solo ahora se harán negativos después de un año, y la retirada de acciones de la vivienda se ha vuelto sustancialmente más difícil como resultado de la contracción del crédito y su impacto en el mercado hipotecario.

Además, los altos niveles de inventario de viviendas -unido al choque adicional de condiciones más duras y de costos por financiamiento más altos de hipotecas “non-conforming” – aumentan el riesgo de fuertes caídas en construcciones residenciales y descensos importantes en el precio de las casas, como consecuencia.

La recuperación en el mercado de acciones ayuda a compensar la pérdida de riqueza inmobiliaria. Pero las acciones pudieran retroceder si el consumo decae. Mucho va a depender de hacia donde el mercado laboral -que por ahora se mantiene bien- va a dirigirse. Durante el año en curso, aún después de revisiones, el mercado laboral se ha mantenido fuerte, generando un buen crecimiento en el ingreso.

Esto refleja que la economía (vivienda aparte) ha estado creciendo con paso saludable, mientras que la productividad ha sido inferior a la esperada, obligando a las compañías a contratar más personal.

Cierto aumento en el empleo parece inevitable, con despidos en la construcción residencial, agencias de bienes raíces y compañías hipotecarias.

Una tendencia al alza en el empleo de la tasa baja actual, con pérdidas de empleos limitadas a sectores tocados directamente por la recesión inmobiliaria, sería perfectamente consistente con un crecimiento moderado continuo.

Sin embargo, todavía queda una buena posibilidad para un incremento más fuerte en la tasa de desempleo, una creación de empleos débil o negativa, y un estancamiento en el crecimiento del ingreso que eliminaría un apoyo importante para el gasto del consumidor y la trayectoria positiva del crecimiento económico.

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Suben acciones América Latina

Las acciones latinoamericanas han subido 42% este año (en dólares), superando los resultados del resto del mundo en 27%, de acuerdo con el MSCI. Los inversionistas internacionales, con frecuencia, han encontrado difícil lograr una exposición apropiadamente diversificada en la región, con bajas capitalizaciones del mercado de acciones e índices inclinados hacia un sector o una compañía. Pero en la medida que han subido los mercados, ¿ha cambiado el juego?

Las tendencias globales, como la carrera al alza en las materias primas, han aliviado el problema. La capitalización de mercado de COPEC, el productor de cobre y la mayor acción en el mercado de Chile se ha más que quintuplicado desde 2002, a US$23 millardos. La mayor compañía en lista de Brasil, Petrobras, ha subido en valor de US$27,5 millardos hace cinco años a US$173 millardos, mientras que la capitalización de mercado de las 10 acciones principales de Brasil, de US$94 millardos en 2002 es ahora de US$685 millardos.

Esas mejoras, sin embargo, no son uniformes. En Argentina, las 10 mayores acciones valen solo US$24 millardos, comparadas con US$44,5 millardos en 1997, y ninguna compañía con un registro primario tiene una capitalización de mercado superior a US$5 millardos. Muchas de las acciones principales todavía tienen flotaciones libres muy bajas: las seis más grandes de Chile tienen una capitalización de US$81 millardos, pro una flotación combinada de solo US$31 millardos. Mientras tanto, el sesgo del sector ha empeorado: la energía, los materiales y los productos  industriales ahora representan más de la mitad del índice MSCI América Latina, comparado con un tercio en 2002.

Solía decirse que la forma de jugar en los mercados emergentes era comprar compañías “blue chip” registradas en mercados desarrollados con actividades allí. El consejo hubiera resultado costoso en retrospectiva, pero ahora puede resultar más astuto. Muchas compañías de mercados emergentes se están beneficiando con el registro en el extranjero. Tenaris, de Argentina, un suplidor de tubos, está valuada en más de US$30 millardos en Milán.

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Resultados recientes apuntan hacia una economía más débil

Por Justin Baer y Francesco Guerrera

En Nueva York

Las compañías de Estados Unidos resaltaron la resistencia de sus operaciones internacionales, pero no lograron disipar los temores de que una más lenta economía interna gravitará sobre el futuro de las ganancias..

Los resultados publicados por una serie de grande grupos estadounidenses mostraron que el dólar más débil y el crecimiento económico global están ayudando zonas del universo empresarial de EEUU a amortiguar el golpe del vuelco inmobiliario y la contracción de la liquidez.

El fabricante de productos químicos Dupont se convirtió en la compañía que más recientemente informa sobre grandes ventas en el extranjero, al reportar un fuerte crecimiento en las ganancias y perspectivas optimistas para el año próximo.

La compañía dijo que si bien espera que el mercado de la vivienda se mantenga deprimido en 2008, el crecimiento en las ganancias pudiera venir de la creciente demanda internacional, en particular, para sus productos agrícolas.

Las bolsas de valores acogieron los comentarios de DuPont, además de los fuertes resultados presentados por Apple y American Express el lunes, después del cierre. Tanto el Promedio Industrial Dow Jones como el S&P 500 estaban en territorio positivo después de las informaciones.

Sin embargo, Whirpool, el mayor productor de equipos electrodomésticos del mundo, vio resbalar sus acciones en 5%, después de no llegar a los estimados de los analistas por ventas débiles en EEUU y su pronunciamiento conservador sobre el futuro a corto plazo de sus negocios internos.

UPS, la mayor compañía de entregas del mundo, pronosticó que las ventas minoristas internas subirán en su paso más lento en cuatro años.

Scott Davis, jefe de finanzas de UPS, que será su jefe ejecutivo a partir del 1 de enero, dijo al Financial Times que los altos precios de la energía y la caída en los precios de la vivienda “van a presionar a los consumidores”.

No obstante, UPS expresó que un rebote gradual en la producción industrial acelerará el ritmo de la expansión económica de EEUU hasta cerca de 2.5% en 2008.

Otras compañías, como el productor de equipos pesados Caterpillar, han sido mucho menos optimistas, al advertir que la economía se encamina a una recesión.

A diferencia de su archi-rival FedEx, que está reduciendo sus pronósticos de ingresos para el resto del año, debido a la desaceleración de la economía de EEUU, UPS espera una ganancia entre US$4.13-US$4.19 por acción en 2007, que está dentro del rango de los estimados aportados a los inversionistas al comenzar el año.

VERSION IVAN PEREZ CARRION

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