Los controles de precios y las nuevas reglas del mercado

Los controles de precios y las nuevas reglas del mercado

Este siglo de apenas 15 años trajo consigo cambios que ni siquiera habíamos imaginado y en estos tres lustros hemos vivido una revolución de la que estamos cosechando sus frutos: la revolución tecnológica que nos ha cambiado la vida y el mercado como el eje que hace posible la actividad humana expresada en la libertad de un nuevo orden económico que traza su propia dinámica.

Hasta el año 1994 la mayoría de los países basaban su economía en lo que se conocía como el “proteccionismo” fundamentado en el Acuerdo General de Aranceles conocido como GATT, mediante el cual los países protegían su producción poniendo barreras arancelarias para impedir la competencia desleal y otros trastornos que pudieran afectar la economía de cada uno de ellos.

Es justo en ese año-1994- cuando desaparece el GATT para dar paso a la Organización Mundial del Comercio, la que proclamó la liberalización de los mercados forjándose así lo que en la década de los años 70 había pronosticado Marshall McLuhan: la Aldea Global.

El mundo sería lo que es hoy tan interconectado, donde la información llega por igual a todos a la velocidad de la luz y del sonido. A esta misma velocidad en el planeta, integrado por algo más de siete mil millones de habitantes, se realizan transacciones comerciales que en pocas horas llegan a los consumidores globales.

En esa aldea global el mercado ha impuesto la regla: la Oferta y la Demanda, desplazando así los controles de precios que resultan obsoletos y aparecen como un obstáculo al libre comercio que es el signo de estos tiempos del capitalismo del siglo XXI.

La OMC hace desparecer los controles de precios y en cambio propone a los gobiernos la aprobación de regulaciones para que las imperfecciones del mercado no afecten a los más vulnerables, en este caso los consumidores y usuarios de bienes y servicios.

Las leyes de Defensa de la Competencia y de Protección a los derechos de los consumidores aparecen como los marcos jurídicos sugeridos, siendo los mismos los elementos idóneos para la equidad social en el orden de los mercados.

Aunque mucho antes de 1994 numerosos países tenían claras sus políticas de competencia y de protección al consumidor, nuestro país quedo rezagado hasta el año 2005. -hace poco menos de diez años que se aprobó en el Congreso la hoy ley 358-05 de protección de los derechos del consumidor, y en el 2008 la ley que regula la competencia.

Desde el año 2005 desapareció la Ley 13 del 27 de abril de 1963, de protección a la economía popular, que creó la Dirección de Control de Precios y dio paso a PROCONSUMIDOR, que solo tiene potestad para informar sobre precios, no regular ni controlar.

Estar debidamente informado sobre la dinámica de los tiempos y del mercado es relevante porque a veces por falta de conocimientos, pese que hace más de 20 años que desaparecieron los controles de precios del mercado, todavía aparecen personas, que se suponen bien informadas, que piden que se controlen los precios.

En Venezuela lo intentó el extinto presidente Chávez y luego su sucesor, Maduro, y no funcionó, por el contrario una gran escasez de productos igual que como ocurrió en nuestro país a principios de los años 90, ha sido lo que ha ocurrido.

La Ley 358-05 no establece controles de precios, porque es una ley moderna pensada incluso para la Constitución del 26 de enero del 2010, que contempla los Derechos del consumidor como fundamentales.

La Ley 13 del 27 de abril del año 1963, formaba parte del paquete constitucional y la que la sustituye ostenta el mismo rango, por lo que los ciudadanos en su relación con el mercado-lo consumidores- tienen un gran instrumento para la defensa de sus derechos constitucionales, que debemos conocer para poder ejercer una ciudadanía responsable.

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