los últimos años se ha producido en nuestro continente una cruzada en contra del carnaval, bajo la acusación de ser una fiesta satánica.
El argumento simplista es que carnaval significa ‘carne para baal’, y que Baal es el mismo Satanás, por lo que celebrar el carnaval significa adorar a Satanás. El primer error es que este significado no aparece en ningún diccionario de la lengua española, y ni siquiera en el diccionario bíblico. Es aparentemente una conjetura piadosa de alguien que se puso a juntar letras y llegó a esa conclusión. En realidad carnaval significa en latín carne levare, es decir, no comer carne, pues en los 40 días de la cuaresma, hasta la pascua, los católicos evitaban comer carne roja. Otra versión atribuye el carnaval a la celebración en honor a ‘Carna’, hija de Heleno, diosa de las habas y el tocino. La versión que no aparece en ningún texto es el significado como ‘carne a baal’, lo cual es lingüísticamente una especulación.
Tampoco se debe suponer que un origen pagano signifique necesariamente que la versión actual siga la intención original. En otras palabras, si se pudiera comprobar un origen pagano del carnaval, ¿significa eso que su práctica actual sea necesariamente pagana? Véase, por ejemplo, la celebración de la Navidad el 25 diciembre, fecha que los romanos dedicaban a celebrar la fiesta del ‘sol imponente’, y que Constantino convirtió en una celebración cristiana. ¿Significa eso que al celebrar la navidad celebramos la fiesta al sol imponente como dios? Incluso, el día domingo en inglés se designa como ‘sunday’, es decir, el día del sol, tal como lo adoraban los romanos, pero, ¿significa eso que adorar a Dios los domingos equivalga a adorar al sol como un dios? La respuesta es claramente negativa.
Es ciertamente criticable la tendencia del carnaval a ‘hacer lo que no se hace’, los excesos del alcohol, y otras extravagancias, pero nada de esto significa que Satanás esté más en el carnaval que en otras maldades de nuestro sistema social. La Biblia está llena con denuncias de los profetas contra la corrupción de los príncipes y los ricos, e incluso de Jesús contra el partido de los fariseos, y de Santiago contra los ricos que no pagaban el salario de sus trabajadores. ¿Por qué callar los pecados sociales, y levantar una cruzada contra el carnaval? La verdad es que no hay un solo versículo en la Biblia para justificar una cruzada contra el carnaval, pero, si muchísimos pasajes para condenar el abuso contra los pobres y la corrupción, ¿por qué hacer esto, y dejar de hacer lo otro?