Los cuadros en su justa dimensión

Los cuadros en su justa dimensión

Los cuadros llevan mucho tiempo reinando como complemento ideal para conseguir un hogar acogedor y armónico. Su ubicación nos abre distintas posibilidades que darán diferentes impresiones. Muchas personas colocan sus pinturas en el espacio de pared que primero encuentran, sin tener en cuenta si ese es el mejor lugar para colgarlas.

Aunar la temática de los lienzos con la estancia en cuestión requiere cierto criterio. Asimismo, la dimensión de determinados retratos o paisajes en habitaciones ya de por sí muy cargadas con mobiliario y otros accesorios, confunde los elementos y reduce la armonía visual. Con el fin de orientarte, hemos elaborado una guía sorprendentemente útil.

Ideas para la sala

La sala es el lugar de la casa donde habitualmente encontramos más cuadros. Dependiendo de las características del centro de reunión por excelencia del hogar, habrá que utilizar una colocación u otra, además de diferentes colores.

Si tienes una sala pequeña, para dar más amplitud, es esencial reducir la cantidad de imágenes. Otra opción son los ejemplares grandes que aporten una clara sensación decorativa en la pared, pero sin recargarla.

Si la sala es rústica y prima la madera por encima de otros materiales, es preferible decorar las paredes con cuadros sin marcos realizados en este material: los bordes combinarán con el tono de la pared. También resulta magnífico apostar por láminas enmarcadas en cristal, preferiblemente mate, y paspartú.

En las salas dotadas de escaleras las obras ofrecen una alternativa excelente, ya que no hay nada mejor que recorrer los peldaños admirando una hilera de pinturas dispuestas diagonalmente.

En las salas con poca luz, como los pisos bajos, es bueno tener cuadros con tonos suaves para dar más claridad.

En caso de tener un comedor en forma de L, puedes decorarlo de muchas maneras dependiendo de la amplitud de la pared. Asimismo, los motivos de las láminas pueden ser muy variados. Lo más usual es decorar con flores y bodegones, aunque esto puede variar en función del gusto de cada uno.

Es aconsejable que los tonos de los marcos sean parecidos a los del color de la mesa y las sillas.

Arte en el baño y en la cocina

Los cuadros en el cuarto de baño crean un efecto fantástico si están flanqueando al espejo. Si son cuadros verticales, uno a cada lado. Si son más pequeños, se deben poner dos o tres a cada lado, dependiendo del tamaño. La disposición siempre debe ser de arriba a abajo.

Encima del inodoro también se pueden colocar cuadros. Los motivos de las pinturas del cuarto de baño deben ser florales o relacionados con el aseo, como bañeras, lavamanos…

Tanto en la cocina como en los baños, los cuadros de punto de cruz son los más habituales, pero también se imponen las láminas de regusto antiguo, herederas del estilo inglés, mostrando tarros de harina, botes variados, etc. 

Encima de los sofás

El espacio que queda encima del sofá ofrece múltiples combinaciones. Debes tener en cuenta que se trata de un lugar determinante para la armonía de la sala.

En salones de reducidas dimensiones, la zona del sofá es conveniente decorarla con espejos grandes y marcos amplios, que dan un aire de holgura.

En una pared grande, colocaremos trípticos, cuadros grandes o agrupaciones de modelos pequeños, pero siempre debe haber una coherencia, es decir, varias escenas relacionadas con el mismo tema: plantas, paisajes, muñecas… En estos casos, la disposición estará marcada en función de su tamaño.

Hay una regla fundamental para colocarlos: cuanto menor sea el tamaño de los cuadros, menor tendrá que ser la distancia entre ellos. Igualmente, cuanto más grandes sean los mismos, mayor distancia hay que dejar. La razón de esta norma está en la correcta composición del conjunto, por eso es importante que el ancho de los cuadros no mida más que el espacio que se deja entre ellos. Además, en esta zona de la pared, se recomienda colocar láminas agrupadas en parejas, para dar una imagen lineal.

Si la pared del sofá es muy larga, y además de este elemento tienes un mueble auxiliar, puedes decorar la parte correspondiente al primero con cuadros grandes, y la del segundo con lienzos más pequeños, pero en la línea de los anteriores. Los motivos de las pinturas no tienen por qué coincidir, pero el marco debe ser del mismo estilo.

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