Siete días después de que un  fuego redujera a  escombros seis humildes viviendas en el sector Mono Mojao, en San Felipe de Villa Mella, las familias permanecen a  la intemperie, sin que ninguna autoridad haya acudido a prestarle asistencia.

Todavía ayer, niños, mujeres y hombres seguían sin ropa, auxiliados por los vecinos y familiares, quienes han tenido que prestarles a algunos de sus miembros vestimentas  para que  puedan salir al chiripeo y a realizar  diligencias.

Por ejemplo, Franklin Vizcaíno de la Cruz y su esposa Jahaira Hernández perdieron todas sus pertenencias y, junto a su pequeño de apenas un año, están arrimados en la chamuscada casa de la madre del joven.

Juana, madre de Franklin, suplicó al Despacho de la Primera Dama, que tiene un centro de capacitación próximo al lugar de  la tragedia, al Plan Social de la Presidencia, al Instituto Nacional de la Vivienda o a cualquiera otra entidad oficial que se conduelan de los damnificados.

Yanet Mojica y José Manuel,  otra pareja de jóvenes esposos a la que el fuego también “dejó en el aire”, sin ropa, sin los pocos ajuares que tenían,  han tenido que arrimarse en casa de una vecina, para guarecerse.

En igual situación está Vicenta Abad Abad y Jean Carlos Hernández, quienes salieron despavoridos en busca de ayuda, porque lo poco que tenían se lo tragaron las llamas.

El fuego se produjo la noche del pasado viernes, entre las calles 29 y 30 de Mono Mojao.

La clave

1. Sin doliente

A pesar de que hace siete días seis familias perdieron sus vivienda al ser arrasada por un incendio, en el sector Mono Mojado, en San Felipe de Villa Mella, ninguna autoridad se ha interesados por acudir en auxilio.