Los defensores del ciudadano

Los defensores del ciudadano

En este país, acostumbrado a que las autoridades hagan gala de su poder y prepotencia, atropellando y abusando en contra de los demás, conjuntamente con un desprecio hacia la vigilancia de lo que tienen que salvaguardar como parte del bien común, es loable que existan medios de comunicación responsables y alertas que contribuyan a denunciar la tozudez de las autoridades por castigar a los indefensos ciudadanos, y no vigilar las propiedades públicas, de las cuales son responsables, mientras sean funcionarios.

Gracias a los medios de comunicación, la ciudadanía encuentra la vía para que las autoridades se sacudan de su indiferencia y acudan a resolver los problemas que se denuncian, que van desde los atropellos de las autoridades de tránsito hasta el desastre que existe en la plazoleta de Duarte a la entrada oriental a la capital, al igual a lo que se observa en la plazoleta de la Trinitaria. Las denuncias de los medios es la única vía, en esta vorágine creada por las autoridades, ocupadas en sus proyectos de continuismo en el poder por medio de una reelección repudiada por las mayorías, para lograr, que mediante el escándalo que se hace, resolver los problemas de la vida cotidiana.

Gracias a los medios se observa de cómo a los hospitales se les suministran medicinas y otros enseres, pero ese esfuerzo es poco tiempo, y en menos de dos meses, están de nuevo en el tapete las deficiencias, ya que la existencia de las mismas no dura mucho tiempo. Por igual ocurre con las escuelas, que si no fuera por las denuncias que aparecen en la prensa, todavía se estarían impartiendo clases bajo los árboles en muchos lugares del país.

La prensa, los programas televisivos de panel y los interactivos de la radio, son los mejores, y más eficaces colaboradores del ciudadano para lograr que las autoridades les hagan caso y resolverle sus problemas, ya que por las buenas, y como parte consciente de sus obligaciones, no lo hacen. Y esos problemas se agudizan con el tiempo por esa desatención de las autoridades atentas, que al ver acercarse las elecciones, del dinero del presupuesto, solo alcanza para gastarse en los tejemanejes proselitistas, por lo cual hay más descuidos en el mantenimiento de las obras y en el suministro de materiales, medicinas, libros, etc.,a las instituciones públicas. Por lo menos tienen la esperanza que algún medio se haga eco de sus desventuras, y falta de operabilidad, para que se vea una nube de funcionarios acudiendo en masa a resolver lo denunciado.

Pese a que en los últimos meses han desaparecido, por razones económicas, importantes medios de comunicación, otros han reducido su personal y otros han limitado a sus colaboradores, hay siempre una prensa muy responsable, que junto a algunos medios electrónicos de comunicación, son los guardianes de que la democracia se preserve. Parecería que va a desaparecer cuando hay tantos intentos de algunas gentes, que al gustarle el disfrute del poder, buscan los medios para continuar disfrutándolo. Sólo piensan en las marrullas que podrían hacer para lograr tales propósitos, pero al existir medios de comunicación responsables, ayudados por diversos sectores de la ciudadanía, como son los prelados religiosos, los empresarios, profesionales y organizaciones ciudadanas, entonces, el valladar que se crea, impide aventuras ilógicas que alterarían la institucionalidad, al menos que no sea por medio fraudulentos para imponerse por encima de la voluntad de la mayoría de los dominicanos.

Estamos entrando en una etapa de nuestra historia en que el futuro del país, dependerá de la responsabilidad de los medios de comunicación para apoyar los esfuerzos de los grupos de ciudadanos, que se preocupan y sufren cuando estamos en manos de un grupo de políticos ambiciosos, interesados solo en resolver sus problemas personales, y por nada, se acuerdan que al menos deberían guardar las apariencias y hacer algo por el bienestar colectivo.

Los medios de comunicación sirven de caja de resonancia de los ciudadanos que hacen sus denuncias, y a la vez, ofrecen sus propios informes noticiosos de lo que está marchando mal en el país para que las autoridades se vean obligadas a acudir a la solución de lo denunciado, que si bien algunas requieren de grandes inversiones, ya que son males arrastrados desde hace años, hay otras, que con una lata de impermeabilizante, quizás un tornillo o un toma corriente, se resuelven problemas que por indolencia se han acumulado con el paso de los años y van en aumento y la ciudadanía sufre los descuidos de gente que solo piensan en cobrar y trabajar lo menos posible.

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