Los defensores que ofenden

Los defensores que ofenden

Eusebio Rivera Almodóvar

Tengo la impresión de que la figura de “defensor del pueblo” es un disparate que ha ido desapareciendo en algunos países, porque se trata de una grosera incongruencia que exista una democracia con división de poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo seleccionados por votos libres de los ciudadanos para dirigir los destinos de una nación y que también tengan que nombrarse o elegir “otros” representantes para “defender” a los pueblos.

Aquí, por ejemplo, también se eligen alcaldes y regidores, conformando un poder municipal adicional, existe un organismo Protector del Consumidor, una Cámara de Cuentas, una Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA), numerosos institutos de” protección” a los ciudadanos y un Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL) y, a propósito de este último, recientemente me quejé con una compañía telefónica cuyo nombre omito porque, sin excepción, todas se manejan con los mismos protocolos de maltratos a los clientes de celulares (incluyendo los escandalosos impuestos) y, cuando le expliqué a la representante que me habían estafado con un viejo truco de “si no desea recibir más mensajes haga click aquí” para quedar enganchado en una suscripción de pago por mensajes que no deseaba, me informó que ellos sabían (repito: “sabían”) del truco y me ofreció amablemente “borrarme” de la estafa.

Acudir a INDOTEL era agotar un recurso desacreditado por la burocracia y donde casi siempre “sale más cara la sal que el chivo” porque las telefónicas venden sus líneas a honrados y ladrones por igual. No nos ofendan con la comiquería de elegir un “defensor del pueblo” pues se ve como una estupidez colectiva designar un Chapulín Colorado que nos defienda.

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