Los deportados desde EE.UU.

Los deportados desde EE.UU.

ROBERTO B. SALADÍN SELÍN
De nuevo titulares de prensa rezan “llega al país grupo de 118 criollos que cumplieron condena en EEUU”, tema ese que enfocamos en el seminario auspiciado el 17 de septiembre del 2007, en el marco de la XV Semana Dominicana en los Estados Unidos, con el auspicio del Grupo de Profesionales Dominicanos en Washington, D.C., tema que sigue en la palestra, ya que en el pasado año fueron deportados hacia el país 4,198 dominicanos desde los EEUU.

Estadísticas del Departamento de Homeland Security de los EE.UU. (Oficina de Estadísticas de Inmigración), en su última publicación, correspondiente al año 2005, ya que el 2006 no ha circulado aún, a finales del 2007 señalan que en los últimos diez años, el total general de deportados, desde los EE.UU. a la República Dominicana fue de unos 30,879. Deportados criminales: 20,896 o 67.7%. Deportados no criminales: 9,983 o 32.3%.

La cuestión de los deportados, no sólo afecta a nuestro país, ya que si se hace una comparación, entre las deportaciones hacia República Dominicana y Centroamérica 2000-2005, se observa que Honduras en ese período encabezó la lista con 37,271 deportados, Guatemala con 35,127; El Salvador con 30,489 y República Dominicana con 20,483. Nicaragua con 3,443, Costa Rica con 2,162 y Panamá con 896 deportados.

Enfocamos nuestra atención, por lo tanto, en el tema de los deportados desde los EE.UU. por condenas criminales, realizando una serie de reflexiones y sugiriendo alternativas.

1. Hasta el presente, no existe una institución civil que coordine la recepción de los deportados dominicanos desde los EE.UU. con un programa diseñado para la rehabilitación y reeducación de los mismos con el objetivo de su reinserción a la sociedad y su incorporación posterior al mercado de trabajo.

2. Necesidad de realizar a la llegada de los deportados de una evaluación psicológica y psiquiátrica de los mismos y su posterior seguimiento.

3. Estudio y preparación de una legislación que someta, durante un período de 18 meses a la vigilancia de la alta  Policía a los deportados después de su llegada, estableciéndose fases.


Como  miembro del Comité Ejecutivo de Semana Dominicana en los Estados Unidos, siempre he considerado los temas de la diáspora como cuestiones  de la  más alta prioridad. Por eso, se presentan estas alternativas de creación de un marco institucional en la República Dominicana para tratar, los retos y desafíos que plantean las deportaciones.

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