Los derechos económicos, sociales y culturales del dominicano

Los derechos económicos, sociales y culturales del dominicano

El síndico de la capital, Roberto Salcedo, con cara de júbilo y desbordante expresividad, celebró el nuevo túnel bajo la avenida 27 de Febrero, comparando la ciudad de Santo Domingo con las más grandes metrópolis del continente.

La política de gran amistad y asistencia del grupo brasileño Odebretch con la complicidad de la OPRET está urbanizando la ciudad capital con gigantescas e inestéticas obras viales  que laceran y dividen el espacio urbano con esas grandes “lenguas” de hormigón, fagocitando recursos financieros que no tenemos,  aumenta la deuda, más segura, que el  ahorro de combustibles que se predice.

La primera inquietud para todo ambientalista es que el nuevo paisaje urbano que se nos desdibuja es insostenible ambientalmente y humanamente: la disminución de áreas verdes y la proliferación de superficies con hormigón tendrán por consecuencias, a muy corto plazo, el aumento general de la temperatura ambiente y, con ello, el aumento del consumo de aires acondicionados, en los carros y oficinas de la capital.

Tendremos más seres humanos divididos, aislados y estresados en esas obras sin gracia.  Francia está preparando un proyecto de ley, semejante al que existe ya en Alemania, donde se prevé la prohibición general de 4 x 4  en los centros urbanos,  por considerarlos anti-ecológico por ruidosos, productores de contaminantes y consumidores de espacios excesivos. Como muchos esperábamos medidas similares, pero no, al contrario, se transforma la ciudad, para que los vehículos  puedan, en toda tranquilidad, correr más, consumir más combustibles, emitir más contaminantes y para ellos, pronto,  se deberá construir más parqueos.

Hacemos exactamente  lo contrario a las medidas que se toman en países donde se despertó la conciencia ambiental: adaptamos la ciudad, al carro; para eso, hacemos túneles, elevados y rampas, la hacemos más conectiva para las grandes compañías de trailers y nada se hace para el uso diversificado de los medios de transporte, ni para el peatón. Mientras eso ocurre en la capital, las provincias Elías Piña y San Juan pierden su población, tienen  todavía 4,000 viviendas de tejamanil; 2,400 con techo de yaguas, 1,400 de cana y 300 viviendas de cartón  y qué tristeza: 20,000 casas tienen pisos de tierra. Mientras, persista esa inequidad, Attali y demás consultores, tienen su futuro asegurado.

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