Los derechos humanos

Los derechos humanos

La esclavitud fue un horrible negocio de los países más importantes de Europa; el saqueo de Roma en 1527, ordenado por Carlos V, es solamente uno de los muchos saqueos perpetrados durante siglos de guerras europeas; la Guerra del Opio es otro de los espantosos abusos cometidos por las potencias europeas. No hablemos de las matanzas realizadas durante la conquista de los pueblos aborígenes de América. Hoy, en el mismo día de hoy, existen situaciones terribles, creadas, esta vez, por el narcotráfico internacional: una actividad tan dañina como la trata de esclavos. El negocio de drogas destruye a los jóvenes que se hacen adictos, promueve la criminalidad en los barrios pobres, malea a los hijos de las familias más afortunadas. Y enriquece a los delincuentes.

Pues bien, solamente las economías muy poderosas pueden “lavar” la prodigiosa cantidad de dinero sucio que produce el narcotráfico en el mundo. En Bolivia, en Perú, producen coca, lo mismo que en Colombia, donde también se procesa la hoja para extraer la cocaína; después de esto la droga viaja por varios países antes de llegar a su destino: EUA. Se afirma que las guerrillas de Colombia están financiadas por el narcotráfico; que los políticos de dicho país pagan sus campañas electorales con dinero de los traficantes. Los barones de la cocaína son más poderosos que los bancos centrales, poseen mejores armas que la policía y equipos de comunicación más “sofisticados” que los organismos del Estado.

La esclavitud, el opio, el té, el blanqueo de dinero, han sido negocios internacionales en los que participan los grandes imperios. Francis Drake y Walter Raleigh, corsarios al servicio de Isabel de Inglaterra, introdujeron en Europa el tabaco y las pipas. Dos cosas “peligrosas para la salud”, como ahora se dice para cumplir con la ley.

Cuando transcurre mucho tiempo, los hechos beneficiosos u honrosos del pasado van cambiando de sentido……. hasta convertirse en “actos vergonzosos”, por los cuales debemos “pedir perdón”. Pero cuando son actuales y visibles su denuncia produce escándalo. Los denunciantes corren el riesgo de ser lapidados, encarcelados o escarnecidos y marginados. (Extraído de “Antillas birraciales”, ensayo en cinco partes publicado como folleto con cubierta a colores en el año 2001).

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas