Los derrames cerebrales y el estrés, FUNDACE

Los derrames cerebrales y el estrés, FUNDACE

Por invitación de la Fundación Dominicana de Accidente Cerebral (Fundace) dictamos una conferencia sobre los Accidentes Cerebro Vasculares (ACV), los que popularmente se conocen como “derrames cerebrales”, el stroke, el ictus. La actividad tuvo lugar en la sala Aida Bonelly del Teatro Nacional, donde enfatizamos sobre el estrés como causante de daños al cerebro. En la muy concurrida actividad el presidente de FUNDACE, el buen amigo Félix Vinicio Lora, señaló en su discurso de apertura que: “Cada dos minutos sucede un ACV en el país, es una media, pues según la Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía, suceden de 18 a 19 mil casos por año, mal contados”. En verdad FUNDACE es una institución con acciones altruistas y de bien social al tratar de difundir medidas de educación en la prevención de los temidos eventos vasculares en el cerebro y de hacer conciencia sobre la enfermedad cerebral con propósitos de prevención de la misma.

El diagnóstico temprano de un ACV es imperativo para un buen resultado del tratamiento. Sin embargo, no siempre es sencillo y hay muchos factores de confusión. El accidente cerebrovascular es cada vez más común y con frecuencia fatal o discapacitante, constituyendo la causa más común de incapacidad en la vida productiva. La ausencia de una prueba diagnóstica definitiva para el accidente cerebrovascular y el potencial de las intervenciones de emergencia para restaurar la perfusión cerebral, mejoran la supervivencia libre de discapacidad, y para minimizar el stroke temprano recurrente los médicos necesitan poder diagnosticar el ACV agudo con rapidez y precisión.

Tradicionalmente, el accidente cerebrovascular se ha definido clínicamente por la aparición repentina de los síntomas de disfunción neurológica focal que duran más de 24 horas (o llevan a la muerte antes) y son causados por una lesión vascular aguda a una parte del cerebro. Las causas vasculares incluyen el suministro inadecuado de sangre a una parte del cerebro o de la médula espinal (accidente cerebrovascular isquémico, arterial o venoso) y la hemorragia espontánea en una parte del cerebro (hemorragia intracerebral primaria) o sobre la superficie del cerebro (hemorragia subaracnoidea).

Los factores de riesgos de padecer uno de estos eventos, unos son modificables y otros no. Entre los que no podemos cambiar están: la edad (los aumenta), la etnia (más en los negros), el sexo (más común en las mujeres), los factores hereditarios y el nivel sociocultural bajo. En cambio, hay otros de estos factores que sí podemos, con un poco de atención y siguiendo los consejos médicos. De estos, la más importante y peligrosa, común a ambas formas de ictus es la hipertensión arterial, luego las cardiopatías, el tabaquismo, las grasas en sangre, la diabetes, homocisteina elevada, estados protrombóticos, el exceso de alcohol, sedentarismo, obesidad, hormonas, etc.

Hablamos esa noche de los daños del estrés, el cual es un término mal difundido. Es un estado desadaptativo que lleva a desajustes agudos o crónicos en todos los niveles del organismo. Se usa erróneamente como sinónimo de pelea, sobrecarga, enfrentamiento, bronca, etc. En verdad define una respuesta fisiológica normal y adaptativa a estímulos tanto positivos como negativos, placenteros como displacenteros cuya función es el mantenimiento de la homeostasis del organismo. Solo se debería hablar de estrés cuando un estímulo supera las capacidades fisiológicas de respuestas (por ser imprevistas o incontrolables). La primera línea de acción del organismo frente al estrés, es la producción de las hormonas de “intervención rápida” la adrenalina y la noradrenalina, que son las que nos preparan para la “guerra” y la acción.

El estrés sostenido produce el aumento de la segunda línea de hormonas, los glucocorticoides. El cortisol, es una hormona que se libera por efecto del estrés, influye en el cerebro mediante receptores moleculares especializados, anulando las conexiones y produciendo muerte neuronal. Ya está científicamente confirmado que aumenta la presión arterial, infartos cardiacos, los ACV y las posibilidad de Alzheimer y Parkinson. Daños en los vasos del corazón y el cerebro y aumentan de manera lógica los ACV.

Recordar para valorar los “derrames” la palabra HEROE, significa: (H) habla estropajosa o incoherente, (E) extremidades debilitadas o con calambres raros, (R) rostro desviado o asimétrico, (E) es una emergencia actúe rápido. Tiempo es cerebro, no pierda un solo minuto.

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