Los desconocidos años de Jesús

Los desconocidos años de Jesús

La mayor parte de la vida, experiencias y obras de Jesús de Nazaret durante su niñez y juventud permanecen en el misterio, pero lo poco que se conoce o adivina de aquellos primeros “años perdidos” causa fascinación y sorpresa.

“La fecha del nacimiento de Jesús es el primer dato en que los expertos no se ponen de acuerdo”, según Lluís Busquets i Grabulosa, licenciado en Teología por la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma (Italia), escritor, profesor y periodista. (https://lluisbusquetsgrabulosa.wordpress.com/) .
Busquets i Grabulosa es autor, entre otros libros, de “Última noticia de Jesús el Nazareno” y “La historia oculta. María, madre de Jesús, y María Magdalena”. También ha editado, en catalán, “Herejes, perseguidos y excomulgados: La cara oculta de la historia de la iglesia”, “Jesús era un hereje” y “Dios, el mal y mi cáncer”

Basándose en un detallado análisis de los Evangelios y de los principales estudios teológicos y obras de los estudiosos de la historia sagrada, este experto repasa, a petición de Efe, tres hechos importantes y controvertidos de la infancia y juventud de Jesús.

“Es sabido que Jesús el Nazareno habría nacido antes de la era cristiana a causa de un error cometido en el siglo VI por Dionisio Aeropagita, un monje discípulo de San Pablo, que quiso fijar el inicio de nuestra era en relación al calendario romano y erró en unos cuantos años”, explica.
Añade que “para el profesor y sacerdote Armand Puig Tàrrech (Tarragona, España, 1953) Jesús habría nacido entre el 1-X-07 antes de Cristo (aC) y el 30-IX-06 aC, y habría muerto el 7-IV-30 después de Cristo (dC), a los 36/37 años de edad (“Jesús, una biografía” editorial Destino), pero no todos los autores estarían de acuerdo con esto”.

“Para Étienne Trocmé (Francia 1924-2002), Jesús habría nacido el año 4aC (“La naissance de christianisme”); mientras que el francés Jean Paul Roux propone que este hecho ocurrió entre el 8 y el 4 aC (“Jesús de Nazaret”, 1993) y el también galo Jacques Duquesne afirma que ocurrió entre el 6 y el 3 aC (“Jesús”, 2004), por no citar otros autores”, apunta Busquets i Grabulosa.
Respecto de la familia de Jesús, este licenciado en Teología señala que los evangelios refieren que Jesús tenía “hermanos y hermanas”.

“La tradición lo ha despistado como primos o parientes, pero de acuerdo con san Jerónimo, puede admitirse perfectamente que José se casó con María viudo de un primer matrimonio del cual, al menos, habría tenido cuatro varones (Jaime o Santiago, José, Judas y Simón) y dos chicas de las que desconocemos el nombre” declara Busquets i Grabulosa a Efe.

La singular relación de Jesús con la familia. Según este experto, los hermanos de Jesús mencionados con sus nombres en los Evangelios de Mateo y Marcos, resultan un grupo bien identificado, diferente de los discípulos, y llegarían a ser los “hermanos del Señor”, en las primeras comunidades cristianas.
Añade que “existen indicios de que la relación de Jesús con los suyos fue singular y anómala, en ocasiones, tanto en el templo a los doce años como en la ciudad de Cafarnaúm”.
“Los suyos —¿para ahorrarle problemas?— lo quieren hacer pasar por loco”, señala Busquets i Grabulosa, quien añade que, cuando alguien le dijo que su madre y hermanos lo buscaban, Jesús contesta: “¿Quién es mi madre y mis hermanos? […] Quien cumpla la voluntad de Dios, este es mi hermano, mi hermana y mi madre”.

“Humanamente, María no podía sentirse demasiado contenta ni orgullosa cuando una mujer gritó a Jesús: “Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron y éste le respondió: “Más bien, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la guardan”, recalca el especialista.
Este autor ha explicado en trabajos anteriores que Jesús quiso superar la familia sanguínea (en su tiempo, patriarcal y esclavizante para la mujer) en pro de la construcción de “otra” familia más liberal.
Por otra parte, “ser galileos, como lo eran María, José y sus hijos, confería de por sí una pátina de rebeldía resistente”, prosigue.

Para Busquets i Grabulosa, “la historia de María y José les llevaría a presenciar y entender tantas rebeldías en su territorio, que algo de todo ello debía impregnar la personalidad de Jesús”.
“A buen seguro que el Nazareno conocía el desfiladero de Arbel, el paso entre las montañas del sur de Galilea, una fortaleza natural con despeñaderos salpicados de cuevas como una colmena. Este lugar era refugio perfecto para los guerrilleros galileos que tuvieron que enfrentarse durante una centuria con los ejércitos asmoneos, romanos o herodianos, a una hora de camino del lago de Genesaret, llamado mar de Galilea”, destaca.
Explica que los galileos solo podían resistir si lograban disponer de ayuda externa de la gente del terruño para que les llevaran agua y alimentos, y esa ayuda no les faltaba nunca.
“Eran resistentes a favor de la tierra contra los invasores, verdaderos héroes, aunque fuesen tildados de rebeldes o terroristas desde el otro bando”, señala este autor.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas