Los desesperantes cólicos del lactante

Los desesperantes cólicos del lactante

Es normal que un bebé llore en determinadas situaciones: porque tenga hambre o sed, incomodidad por calor, frío o el pañal mojado, ruido ambiental o, simplemente, como forma de reclamar atención o contacto de sus padres. En esos casos el bebé se tranquiliza si se satisfacen sus necesidades, pero si padece cólicos del lactante, el infante sigue llorando.
El cólico del bebé lactante es todavía una incógnita para la ciencia médica, no se ha hallado una causa específica que lo desencadene y, por tanto, no existen medicinas ni soluciones efectivas.
Sin embargo, es recomendable tomar una serie de medidas preventivas tanto si el bebé se alimenta de leche materna como si toma biberón.
La pediatra Kismet Encarnación, del Hospital General de la Plaza la Salud y la Clínica Independencia Norte, explica que los cólicos del lactante se caracterizan por episodios de un llanto agudo que parece inexplicable, “estas molestias pueden estar presentes entre las primeras semanas y los tres meses de vida del bebé”.
Aunque la causa de esta patología no se conoce bien, se han propuesto diversas explicaciones. La doctora Encarnación señala que cuando el bebé es alimentado únicamente con leche materna, se le puede atribuir al tipo de alimentación de la madre. “En ese caso lo recomendable es sacar de la dieta de ella ciertos alimentos que favorecen la aparición de cólicos, como por ejemplo la proteína de la leche de vaca, o vegetales y semillas que producen flatulencias, como brócoli, lechuga y nueces.
En el caso de aquellos recién nacidos que se alimentan con fórmula, la pediatra explica que esos molestos cólicos pueden ser causados por la rapidez con la que el bebé hala la tetera, o por intolerancia a la lactosa.
“En ese caso se le recomienda usar teteras y fórmulas especiales”, dice.
¿Cuáles son sus síntomas? Lo característico de los cólicos del lactante son ataques de llanto de inicio repentino, más frecuentes durante la tarde y la noche, que pueden durar desde unos minutos a varias horas.
El bebé suele encoger las piernas sobre el abdomen y cerrar los puños, manteniéndose vigoroso y con la cara enrojecida por el esfuerzo.
¿Cómo se diagnostican? Normalmente no es necesaria ninguna prueba diagnóstica, pues el diagnóstico viene dado por el llanto característico del bebé.
Sin embargo, la especialista aconseja visitar su pedriatra para que le haga una exploración a fin de descartar cualquier otra patología.
Afortunadamente, pese a todas las preocupaciones que puede generar en los padres, el cólico del lactante es un trastorno benigno, que desaparece por sí sólo, según dice la especialista.

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