Los dioses fueron inventados. Pero…

Los dioses fueron inventados. Pero…

Erich Fromm, gran pensador del siglo pasado, se declaró agnóstico, como muchos intelectuales judíos europeos, probablemente para evitar acoso de judíos, cristianos,  marxistas y colegas cuentistas e intelectuales. Él, como también el premio Nobel Albert Camus, han estudiado profundamente la rebeldía del espíritu humano, tanto como fenómeno individual como colectivo, a través de la historia,  desde cuando la serpiente le dice a Eva que si nos revelamos… “seréis como dioses”; pasando por Caín y a través de las grandes revoluciones, con especial énfasis en la francesa y la rusa.

También analiza (Camus) los casos y prototipos de rebeldes de la historia, desde Espartaco hasta Bakunín y Lenin. Por otra parte, Marx y Engels, pero igualmente Freud y muchos ateos contemporáneos tienen total razón cuando afirman que los dioses son invento de los hombres. Sin embargo, la causa ha sido más la  rebeldía que la  ignorancia, cuál de las dos más audaz y peligrosa, aunque la rebeldía suele implicar una búsqueda que, cuando es honesta y sobria, es invaluable.

El hombre no solamente inventó los dioses a imagen y semejanza de su naturaleza ya pervertida, sino que, además, inventó la idolatría, la santería, el espiritismo y la hechicería, con tal desligarse de Dios (ver Salmo 2); Pero también la ciencia, la tecnología (al servicio de los poderes establecidos, mayormente) la publicidad y el mercadeo, y muchas formas “culturales” de escaparse, entre-tenerse, di-vertirse, y di-solverse;

La religiosidad ha sido instrumento de simulación y dominación.

La rebelión contra la religión y los poderes establecidos no siempre ha conducido a la libertad, sino a tiranías a veces mayores y al reforzamiento de “el partido”, y del Estado, aplastando al individuo. Pero “la lucha no es contra carne ni sangre” (Efesios).

Ya sea que el fenómeno de la rebeldía se observe en la adolescencia, en el o la joven que reclaman el status de adultos, o la protesta viril, como llamó Adler la actitud de la mujer de hacerse respetar igual que al varón, y aún el divorcio,  son formas de rebeldía, de rechazo a un yugo que se considera injusto y desigual. Existen, además, conductas rebeldes como la delincuencia, el tigueraje, el alcoholismo, la bohemia, la dolce vita, gourmet, viajes, consumismo, y otras formas de escaparse y liberarse que también suelen incluir la búsqueda de status y poder.

La lucha patriótica es rebeldía que procura libertad, autodeterminación y mejoría de vida. Duarte y los patriotas querían una patria libre de todo tipo de dominación extranjera. Sobre todo aspiraban justicia y orden. Pero la libertad verdadera viene de la palabra revelada (Juan 8.32), en un proceso de futuro, probablemente inalcanzable, pero siempre deseable. Sólo en Dios  hay liberación verdadera y definitiva.

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