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La República Dominicana está entre los países del Caribe cuya población consume una menor proporción de calorías provenientes de la pesca, según datos contenidos en el informe Perspectivas de la agricultura y el desarrrollo rural en las Américas: una mirada hacia América Latina y el Caribe, del IICA, la FAO y la CEPAL.
Según el informe, la producción acuícola organizada de la República Dominicana es de las más bajas de América Latina, prácticamente insignificante.
Esta situación se da a pesar de que la República Dominicana tiene condiciones para el desarrollo de la acuicultura.
Incluso, en el país se ha planteado que pudieran aprovecharse las presas, el lago Enriquillo y las lagunas con que cuenta la República Dominicana para dar impulso a la producción acuícola.
Contrario a la situación de la República Dominicana, en el señalado informe se plantea que la acuicultura comercial aumentó significativamente en los últimos años en Chile, Brasil, Ecuador, México, Costa Rica y Honduras, donde cultivan mayoritariamente salmón, camarón y tilapia.
Para las comunidades costeras de varios de estos países, la acuicultura se ha convertido en la principal actividad económica.
Incluso, en algunos de ellos, el desarrollo de la acuicultura ha sobrepasado su capacidad biológica.
El indicado informe señala buenas perspectivas para la industria acuícola en América Latina y el Caribe, ya que el consumo de pescado proyectado para el año 2015 es 20% mayor que en el año 2005 (1-1,2 millones más de toneladas por año).
El 60% de aumento en el consumo se deberá al crecimiento de la población, mientras que el consumo per cápita alcanzará los 9,2 kg, en comparación con los 8,7 kg del año 2005.
No obstante, el informe plantea que la industria enfrenta una serie de desafíos que incluyen el aumento de los precios de los insumos para la producción y la energía, el cambio climático, la sobreexplotación de algunas poblaciones de peces y la falta de acceso a tecnología de punta y a los mercados.
El informe plantea que los gobiernos deben abordar estos desafíos para asegurar que las actividades pesqueras y acuícolas sean sostenibles.
